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jueves, 29 de mayo de 2014

Disturbios en Barcelona. ¿Violencia urbana o destrucción de factores de cohesión social?



CLARA BLANCHAR. EL PAÍS Cataluña, 29/05/14.http://ccaa.elpais.com/ccaa/2014/05/28/catalunya/1401308965_028730.html
“La política es el arte de resolver, y aquí se ha creado un problema a muchos niveles: de seguridad, de borrar un espacio de encuentro, de cohesión, de formación… Con tanta gente descolgándose del sistema, Can Vies no era un problema, sino parte de la solución”. Habla Gemma Galdón, profesora de Políticas y Tecnologías de Seguridad de la Universidad de Barcelona. “Todo el mundo sabía que tocar esto era tocar hueso”, concluye. Como Galdón, media docena de voces de peso en la ciudad coinciden en que Can Vies ha sido un símbolo de la Barcelona popular y que este papel explica la extensión del rechazo a su desalojo por los barrios.
Sociólogos, antropólogos, politólogos, juristas, académicos y activistas coinciden en tachar de “grave error” la decisión del Ayuntamiento de acabar con este centro social, cuyos 17 años de existencia son un referente. También la Federación de Asociaciones de Vecinos (FAVB), la Síndica de Greuges y los partidos de la oposición (PSC, ERC e ICV) critican el desalojo y piden diálogo al alcalde Xavier Trias (CiU).
El politólogo Joan Subirats también cuestiona la decisión. “Can Vies es un capital simbólico. Un centro que ha evolucionado de una casa okupacerrada a tejer vínculos con el resto de plataformas de la ciudad. No es casualidad que albergara a más de 50 entidades: desde un medio de comunicación alternativo como La Burxa a asociaciones de cultura tradicional como bastoners”, afirma. “Imaginarse que tocaban solamente un centro social, sin conocer sus raíces es un error enorme que muestra un gran desconocimiento de la ciudad, no han entendido nada”, reprocha al Ayuntamiento.“Una ciudad donde están pasando muchas cosas”, recuerda y donde las sinergias entre los movimientos sociales y los sectores profesionales o la economía social y cooperativa ganan peso.
En la otra punta de la ciudad, L'Harmonia o Flor de Maig son iniciativas recientes de recuperación, todavía en curso en el primer caso, de espacios autogestionados por vecinos, entidades y por proyectos cooperativos en barrios distantes de Sants como Sant Andreu o Poblenou. Además, en estos dos espacios el Ayuntamiento ha dialogado con sus promotores. “Es muy contradictorio porque el Ayuntamiento da señales de que tiene otras formas de hacer, aunque con la otra mano siga con sus reformas del paseo de Gràcia o Diagonal”, apunta Subirats, que subraya que sobre el solar de Can Vies “no hay ningún proyecto. ¿Era urgente? ¿Prioritario?”, inquiere.

Los cascotes de Can Vies evocan el solar de lo que fue otro espacio ocupado, Miles de Viviendas, en la Barceloneta. Desalojado sin orden judicial y derribado sin permiso, el Ayuntamiento, entonces socialista, se afanó en asegurar que albergaría pisos sociales. Sigue vacío con la paradoja de que forma parte del plan de adecentamiento de espacios vacíos.
Lo vivió de cerca la activista Gala Pin, que defiende “los ejemplos de autogestión fuera de los cauces del Ayuntamiento, que trabajan en red y que sería importante valorar”. Pin abunda en la crítica al Ayuntamiento: “Si como concejal del barrio y como alcalde no sabes predecir que pasaría, es que no conoces la ciudad y no tienes capacidad para gobernarla”.
El día y hora elegidos para desalojar Can Vies tampoco son casuales, subrayan las voces consultadas. Fue el día después de las elecciones europeas. Otro dato que contribuye a enervar la situación: Ayer se conoció la sentencia del caso del hotel del Palau de la Música, un caso de corrupción que ha llegado a los tribunales por la movilización vecinal y en el que los responsables municipales han resultado absueltos.

Can Vies no era un problema, sino parte de la solución
“Igual es exagerado hablar de un Gamonal, pero el trasfondo sí es parecido y el desalojo ha sido la chispa”, considera el abogado Jaume Asens. Recuerda que desde la ocupación hace 17 años, “el movimiento okupa ha evolucionado hacia un perfil más amplio y la máxima prueba es el intento de dar viabilidad al espacio. La crisis también ha normalizado la práctica de la ocupación, ha hecho que ocupar no algo de una minoría”, añade Asens.
El antropólogo Manuel Delgado está convencido de que “las grandes luchas por la ciudad se librarán en los barrios, que tienen la palabra del malestar y el cabreo”, y que considera “el escenario heredero de los conflictos clásicos de las fábricas”. Sí ve un efecto Gamonal en la extensión del malestar por el desalojo. De Can Vies celebra el “valor público de lo social y colectivo, lo que en términos de mercado no vale nada, pero articula los barrios”. Sobre la actitud vandálica de algunos manifestantes, apunta: “La violencia es parte consustancial de las ciudades”. Pero se pregunta “quién hace más daño, la violencia urbana o la urbanística. Si una es condenable, imagina la otra; una duele, la otra te destroza la vida”.
Desde el Observatorio de los Movimientos Sociales de la Universidad Pompeu Fabra, el profesor Jordi Mir, recuerda que “los episodios de movilización, contestación y enfrentamiento no surgen espontáneamente”, y explica que suele haber dos causas: “Una de fundamento, de malestar que viene de largo, por la forma de hacer del Ayuntamiento, y otra acelerante, el desalojo”.
En nombre de las asociaciones de vecinos de toda la ciudad, la FAVB emitió ayer un durísimo comunicado con el que establece un paralelismo entre “el mapa de las manifestaciones por Can Vies” con “la geografía de las desigualdades y las injusticias que están rompiendo Barcelona” y habla de un “profundo malestar social”. “Este viento de revuelta anuncia una levantada”, advierte.


miércoles, 28 de mayo de 2014

Educación contra Pobreza


No es el peor lugar del mundo, pero sí uno de los peores de Nicaragua y Centroamérica. El colegio tampoco es el mejor del mundo, pero es la puesta en práctica de una idea integral de desarrollo y educación con la mayor calidad posible, en medio de todas las dificultades. Y la pregunta es: ¿Funciona, realmente? O es sólo una idea hermosa en la que creer (la educación como clave del futuro). En un lugar así, al menos, la idea y algunas esperanzas se ponen a prueba.
El barrio tiene 15 años y su nombre, Nueva Vida, va en contra de las estadísticas: el 76% de sus habitantes (más de 10.000) vive en situación de pobreza y más del 40%, extrema; azotado por la violencia, y en particular por los delitos sexuales; miles de viviendas construidas sobre una zona muy erosionada, aguas subterráneas contaminadas; la mayor parte de lapoblación en el desempleo, y otra parte en las maquilas, en un matadero o un basurero cercano (trabajo informal casi siempre).
El colegio, y todo el proyecto, se llaman Redes de Solidaridad. Además del preescolar y la primaria, sus instalaciones se ordenan cuidadosamente para dar cabida a consultas médicas, laboratorio y una pequeña farmacia. En otras dependencias se coordinan iniciativas de participación ciudadana y de comercio sostenible (con microcréditos, por ejemplo). Además de un área de cultivo, hasta hace poco, hubo una fábrica de bloques de cemento y una granja porcina, pero no resultaron sostenibles a largo plazo. Lo demás sigue en pie. Pero, ¿funciona? Las respuestas no serán sencillas ni rotundas. Vamos en busca de ellas, al fondo del barrio.
Para llegar aquí se toma un atajo recién asfaltado, a 12 kilómetros de Managua, que bordea Ciudad Sandino, un municipio con 100.000 habitantes. Antes de desarrollarse como ciudad, era un asentamiento que se fue poblando por oleadas consecutivas de desplazados, a los que se les mencionaba según la naturaleza de los desastres que habían sufrido (los “terremoteados”, “los huracanados”, “los inundados”, etc), además de otras víctimas de la pobreza de las orillas del lago de Managua. Los primeros habitantes de Nueva Vida llegaron tras perderlo todo durante el huracán Mitch a finales de 1998.

Ciudad Sandino creció con la violencia. Para los que viven en Managua, aún es sinónimo de peligro. “Ahí te matan hasta con tortillas”, se dice con la exageración típicamentenica. Y ya en Ciudad Sandino, si preguntas por el barrio desde el automóvil, te miran fijamente: “¿Nueva Vida, dijo?” Ojean si llevas algo de valor y te indican: “Alláaaaaaa al fondo; pero vaya con cuidado, chele, ahí le matan hasta con las hojas de los árboles”.
Alexandra Flores (nicaragüense de Estelí) y Enrique González (español de Valladolid) coordinan el proyecto. ¿Esto funciona? "Podría adornar la respuesta con gráficas de impacto; podríais comprobar por vosotros mismos la aceptación y demanda que tiene nuestro proyecto en la comunidad, así como la calidad de la educación, las condiciones de las instalaciones…, pero al salir de aquí, te encuentras de nuevo con el barrio y no te crees que se está transformando algo. Esto va a paso lento. Lo ideal sería que no estuviéramos ni nosotros ni otras ONG… Pero algo falla cuando en un barrio tan pobre, la gente no quiere enviar a sus hijos al colegio público. O cuando en lugar de ir al centro de salud, prefieren pagar una pequeña cantidad en el dispensario que tenemos aquí", responde González.
Calidad de la Educación
En Nueva Vida, hay varios colegios financiados por organizaciones religiosas, principalmente, y sólo hay un colegio público, que además tiene secundaria. Redes, en cambio, sólo dispone de preescolar y primaria, pero la mayoría prefiere no enviar a sus hijos al público ¿Cuál es la diferencia fundamental entre ambos centros, situados uno casi enfrente del otro? A primera vista, las instalaciones. Antes del inicio de clases, el público parecía un viejo almacén a punto de ser engullido por la maleza. Pero el director del área educativa de Redes, Félix Corea, de 32 años, lo tiene claro: "Es la actitud. Cuatro de nuestros docentes también dan clases en el público. Sabemos que allí, algunos profesores no se preocupan ni en asistir al aula. Sin embargo, de los nuestros no hay ninguno que falte a clase en el público o aquí". Corea advierte que el absentismo del profesorado es un problema nacional.
Además de la actitud de los docentes, el director señala que la implicación de los padres es fundamental, gracias a un esfuerzo constante de comunicación con ellos, nada fácil en un barrio con problemas tan acuciantes como la comida del día. Y pone como ejemplo una reunión que se convocó a las siete de la mañana y a la que asistieron casi 200 padres. Eso no suele verse en un colegio público.
De momento, las iniciativas para elevar la calidad de la enseñanza en Redes se centran en más formación del profesorado, menos niños por aula, y mejora del material didáctico, entre otros elementos. La precariedad del entorno dificulta que aquí se hable de calidad educativa pero, en palabras de González, ése es el precio de sentir que se está “trabajando para el futuro de quienes no creen tener un presente”. Sin embargo, la primera gran dificultad, como apunta Corea, es el escaso presupuesto a la educación en el país y la formación del profesorado.
En realidad, los presupuestos de la enseñanza y el porcentaje del PIB que Nicaragua destina a la educación se han incrementado ligeramente en los últimos años. Pero la situación de partida es tan mala que algunas estimaciones apuntan a la necesidad de más de un 7% del PIB para conseguir un nivel básico de calidad educativa para empezar a soñar. A Nicaragua aún le queda bastante hasta llegar a esa cifra. En otros países, como en Costa Rica, la educación representa más del 6% del PIB, con un nivel básico muy superior.
El salario de los maestros nicaragüenses, que pocas veces sobrepasa los 200 dólares al mes, como el de los trabajadores del sector textil, agrícola o doméstico, hace que los más cualificados elijan dedicarse a otra cosa, a costa de su vocación. En Redes, los profesores no cobran más que en el colegio público. González se lamenta y lo define abiertamente como “un salario de hambre”. La mayoría de los docentes trata de compaginar varios trabajos para ir tirando. Redes es un colegio privado, pero gratis para sus alumnos. Con el fin de paliar parcialmente la situación, el centro ha incrementado considerablemente las horas de formación, más de 200, a profesores con el apoyo de organizaciones voluntarias como Managua Hub, por ejemplo, un grupo de jóvenes profesionales que colaboran en la evaluación y mejora de la calidad de la educación de algunos centros. También se aprovecha la estancia de voluntarios que vienen de otros países (a veces por períodos de un mes o un año).
El barrio por dentro

En la consulta de Redes, la doctora Aritza Sirias está atendiendo a una madre y su hija adolescente. La muchacha, Joseline, tuvo un bebé hace un mes y medio. Se llama Moisés. La madre de Joseline también tuvo un niño hace siete meses, convirtiéndose en madre y abuela en un tiempo récord. La doctora nos explica que, en este barrio, el embarazo adolescente ha crecido mucho, y las muchachas suelen interrumpir o abandonar los estudios. Pero Joseline está decidida a no dejar el cuarto año de Secundaria. Al lado de la consulta, en el laboratorio, a la bióloga Gabriela López le llama la atención la frecuencia con que detecta a muchas personas del barrio con insuficiencia renal crónica en un estado muy avanzado; se trata, sobre todo, de extrabajadores temporeros de plantaciones bananeras y de caña de azúcar. También ha analizado muchos casos de VIH.
Sobre todas estas cosas y las que ocurren en el país, Enrique González suele actualizar un blog en el que se hace eco no sólo de las noticias del barrio sino de toda la realidad que afecta a la educación y al desarrollo en el país. Un cauce abierto para el desagüe de las lluvias y las aguas negras delimita un extremo del barrio. En el opuesto, la maquila. Al basurero, se le conoce como La Churequita, en recuerdo de uno de los mayores basureros de América Latina que se ubicaba junto al lago de Managua (La Chureca), de donde proceden muchos vecinos de Nueva Vida, cuya vida y trabajos han transcurrido entre deshechos.
En el recorrido, ahora nos acompaña Alexandra, que acaba de volver de una reunión con la policía para tratar varios asuntos y, entre ellos, el del asesinato acontecido el pasado fin de semana. Pero le hicieron esperar más de dos horas para nada. Con esta ya van innumerables ocasiones. Alexandra no se da por vencida y sigue llamando al oficial para una nueva reunión. La comisaría, que lleva un año en el barrio, es fruto del trabajo colectivo de las promotoras del barrio coordinadas por Redes. "Estamos esperando que nos muestren datos para saber si ha valido la pena tener presencia policial. Pero la respuesta de la policía es siempre la misma: 'La semana que viene”, comenta Alexandra.
Elisabeth Santana no espera en su casa. Es enérgica, y tiene una voz aguda, de tono nervioso y suave. Suele acompañar a las mujeres maltratadas o a las víctimas de todo tipo de violencia a poner la denuncia en la policía. Y eso a pesar del riesgo porque, según nos explica, no se suele cuidar la confidencialidad en los procesos de denuncia. Es promotora comunitaria. Tiene 31 años, y cuida de dos hijas y una hermana pequeña. Llegó a Nueva Vida un año después del Mitch con el padre de sus hijas. Pero aquí, el hombre terminó por volverse toxicómano. Ella no tuvo más remedio que separarse. Ahora convive un compañero nuevo. “Buen hombre”, asegura. Le preguntamos dónde duermen. Las niñas en el cuarto; Elisabeth y su compañero en la salita, el lugar en el que estamos haciendo la entrevista. Por la noche, ella y él halan las hamacas que están anudadas cerca del techo de cinc y se tumban. "Es que yo soy una mujer de armas tomar… Prefiero que se mantenga alejado del cuarto de las niñas, donde yo pueda verlo". Y explica: "Yo le quiero. Es buen hombre, pero…Nunca se sabe". Y suelta el aire como si lo hubiera retenido mucho tiempo.
¿Pero funcionará?
No es el peor lugar del mundo, pero aquí los jóvenes transitan entre una maquila y un basurero como únicos horizontes, una mujer duerme con los ojos abiertos para que su compañero no entre en el cuarto de sus hijas, la policía apenas incide en la seguridad del barrio, el miedo y la precariedad se baten con los que promueven la organización comunitaria.
Pero hay historias que alimentan el optimismo: la evolución personal de quienes aprovecharon la ayuda brindada, o la participación decenas de padres en la educación de sus hijos. Además, este año se acaba de establecer una red de salud comunitaria, y la alcaldía ha anunciado el traslado del basurero a otro lugar más lejano, además de un proyecto de alcantarillado, lo que mejorará sin duda las condiciones higiénicas y sanitarias.

lunes, 19 de mayo de 2014

Armas y Homicidios a nivel mundial

Armas y homicidios
Patricia A. Taus.
Los estudios criminológicos sobre tasas de homicidios mundiales revelan peculiaridades regionales que deberían ser consideradas por los funcionarios estatales a la hora de prevenir el delito, es decir, al momento de elaborar una política criminal seria.
A nivel macro, según el “Estudio global sobre homicidios” de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (2011), “en todo el mundo se produjeron 468 mil homicidios en 2010, de los que un 36% se cometieron en África, un 31% en el continente Americano, el 27% en Asia, el 5% en Europa y el 1% en Oceanía”. Específicamente ajustando las cifras a la población de cada región, la ONUDC localiza las mayores tasas de homicidios en África, con 17 muertes por cada 100 mil habitantes, y América con 16, doblando la media global de 6,9 homicidios por ese espectro de población. A mucha distancia se sitúan Asia, Europa y Oceanía, con cifras de entre 3 y 4 homicidios por cada 100 mil habitantes, cuyos autores y víctimas en su mayoría son hombres.
A nivel micro, América es la primera región del mundo en muertes por armas de fuego, ya que contabilizan el 74% de los homicidios, mientras que en Europa representan el 21%.No obstante, América Central y el Caribe son las únicas regiones del mundo en las que aumentó el número de homicidios desde 1995. A título ilustrativo, el informe afirma que en América Central uno de cada 50 hombres mayores de 20 años morirá antes de alcanzar los 31 años, una tasa 400 veces mayor que en algunas partes de Asia o Europa. Los países latinoamericanos con mayores tasas de homicidio son Honduras, El Salvador, Guatemala, Venezuela, Colombia, Brasil y México. En Honduras y El Salvador se producen 77 y 62 muertes por cada 100 mil habitantes, respectivamente, y que en su conjunto Centroamérica es la segunda zona del mundo con la mayor tasa de homicidios. Detrás se encuentran Colombia y Venezuela, donde se llega a un promedio de 37 asesinatos por cada 100 mil habitantes; mientras en México la media llega a 25 y en Perú a 11 homicidios.
Del análisis de estas cifras surgen las siguientes conclusiones:
* A escala global se pueden establecer claras diferencias por sexos, ya que el riesgo de morir en un homicidio es mucho mayor para un hombre (11,9 personas por 100 mil) que para una mujer (2,6 por cada 100 mil).Según la ONUDC, los hombres jóvenes entre 20 a 29 años que viven en ciudades son los que más probabilidades tienen de morir de forma violenta (con una tasa de 21,1 por cada 100 mil).Y mientras que los hombres mueren en su inmensa mayoría en espacios públicos, las víctimas femeninas son asesinadas en su mayor parte dentro del hogar.
* Se advierte la existencia de “un vínculo claro entre el crimen y el desarrollo. Los países con amplias disparidades de ingresos tienen cuatro veces más probabilidades de resultar afectados por delitos violentos que las sociedades más equitativas”. En el caso concreto de América Latina, “el crimen organizado, tienen un desproporcionado papel en el impulso de la tasa de homicidios y llega a representar una cuarta parte del total de las muertes por arma de fuego”. (ONUDC, 2011)
A nivel internacional, el 60 % de los homicidios es causado con armas de fuego. Sin embargo, resulta paradójico que la mayor cantidad de muertes por armas de fuego se presenten fuera de las zonas de conflicto. Ello parece ser consecuencia de la proliferación de la tenencia y/o portación (legal o ilegal) de las mismas por parte de civiles sumado al incremento del pandillaje; el crimen organizado y la delincuencia común. Al respecto, el oficial para proyectos de la región andina del Centro Regional para la Paz, el Desarme y el Desarrollo de América Latina y el Caribe (UNLIREC), Camilo Duplat (2011) sostiene que los números indican que “existen 875 millones de armas para una población mundial de 7,000 millones de personas, lo que significa que actualmente hay un arma por cada ocho personas, es decir, el 12 % de la población a nivel mundial tiene un arma”. Además, precisó que “en Perú existen 2.7 armas por cada 100 personas, en tanto que en Colombia aproximadamente un 6 por ciento de su población cuenta con armas de fuego, en El Salvador un 5.8 por ciento y en Venezuela un 10 por ciento”.
De acuerdo al Centro Regional de las Naciones Unidas para la Paz, el Desarme y el Desarrollo en América Latina y el Caribe UNLIREC (2012) “existen alrededor de 80 millones de armas de fuego existen en América Latina y el Caribe, la mayor parte en poder de civiles, lo que acrecienta el problema de la violencia en el continente”. La circulación y acumulación excesiva de armas pequeñas es un factor importante que contribuye al surgimiento de la criminalidad
relacionada con las mismas. Debido a estos desafíos, los Estados de pertenecientes a esta región han sido defensores firmes del desarme en el escenario mundial, jugando un rol importante en la Conferencia de la ONU de 2012 sobre el Tratado sobre el Comercio de Armas (ATT)
Por su parte, en los Estados Unidos la tasa nacional de mortalidad por armas de fuego se ha mantenido en 10,5 por cada 100.000 personas desde 1999, muy por encima del promedio mundial. Algunas de sus ciudades exhiben tasas epidémicas de muerte por arma de fuego similares a los centros urbanos afectados por la delincuencia en América Latina y el Caribe. A titulo ilustrativo, presenta tasas de homicidios de arma de fuego seis veces mayor que la vecina Canadá, y 45 veces más alta que la Inglaterra.
Actualmente, los niveles de violencia letal en realidad están en niveles históricamente bajos. Los descensos se produjeron después de la aprobación de una legislación específica diseñada para prevenir las muertes por armas de fuego, a saber: Ley Brady de Prevención de la Violencia (1993), Ley de Control del Crimen violentos y orden público o el llamado Asalto prohibición de las armas (1994), y la verificación de antecedentes penales Sistema Nacional Instantáneo del FBI (1998). No obstante, ante la carencia de una legislación federal la reducción no ha sido todo lo esperada. En este contexto, el porcentaje de estadounidenses que temen caminar solos por la noche se ha incrementado desde el año 2001 a casi 4 de cada 10 en 2011
En 1996, el Congreso ha financiado la investigación en salud pública relacionados con las armas de fuego en los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) en un 96 por ciento. Para poner esto en perspectiva, los recursos dedicados a la investigación de las armas de fuego constituyen sólo 0,0018 por ciento del presupuesto de la CDC 2013.
Mientras tanto, la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF), desde1978, ha recopilado datos significativos sobre la venta de armas de fuego, sobre todo, en sus oficinas locales en los estados colindantes con México, donde se presenta el más significativo tráfico ilegal de armas. Pese a ello, en 2013 el Congreso despojó a la ATF de la autoridad para recopilar datos sobre las tiendas de armas para estimar el tráfico de armas entre EE.UU. y México. Sumado a ello, desde 2003, está prohibida para la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) a partir de la recopilación de datos la inmediata verificación de antecedentes penales Sistema Nacional (NICS) que es obligatoria por ley para administrar en nombre de las tiendas de armas.
Sin esos datos detallados, es fácil hacer un diagnóstico equivocado de las causas y consecuencias de la violencia armada, y por lo tanto mal prescribir las intervenciones necesarias para evitarlo. (Topher McDougal Robert Muggah, 9 de marzo de 2014).
En este contexto, diversos legisladores han expresado su renuencia a aprobar una ley de armas, argumentando que sería ineficaz. Sin embargo, la evidencia disponible sugiere lo contrario. Específicamente:
* Un estudio importante de salud pública encontró que el riesgo de homicidios en los barrios y cerca de un minorista arma era casi 13 veces mayor que en los situados lejos de uno.
* Otra evaluación encontró que el lapso de la Prohibición de Armas de Asalto en 2004 fue el responsable de un aumento en la tasa de homicidios de más de 16,4 % en la frontera con México.
* Otro artículo científico encontró que la tasa de homicidios en los municipios mexicanos cercanos a California, donde la prohibición de armas de asalto a nivel estatal todavía estaba en vigor después de 2004, aumentaron menos que en municipios cercanos a otros estados fronterizos de Estados Unidos. Asimismo, vincula el lapso de la ley de verificación de antecedentes de Missouri con un alza anual de 60 asesinatos.
Por otro lado, algunos expertos afirman que la verdadera causa de la violencia armada en los Estados Unidos no tiene nada que ver con las armas de fuego. Sostienen que las armas no matan a la gente sino que son las personas las que matan a otras personas. Así, la violencia armada es atribuible a otros factores latentes en las comunidades estadounidenses y disposiciones psicológicas individuales. Entre las muchas razones, indican que se tendría que observar el mal estado de la atención de salud mental y recordar que luego de 1972 se produjo la desinstitucionalización de tratamiento psiquiátrico de larga estancia. Por otra parte, otras “causas raíz” incluyen la glorificación de la violencia en los juegos populares de cine, televisión y vídeo. Estas causales podrían ser advertidas como una táctica de distracción por los partidarios de los derechos de armas y sus patrocinadores de la industria. Sin embargo, sería deseable que la plaga de la violencia armada se abordara a través de políticas específicas. (Topher McDougal Robert Muggah, 9 de marzo de 2014).
Con respecto a la reforma de la política nacional de armas se puede decir que más de la mitad de los estadounidenses no están satisfechos con las leyes y políticas del arma, la proporción más alta en más de una década.
Aunque todavía la administración de B. Obama no ha logrado que el Congreso aprobara una nueva legislación de armas de fuego, se han logrado sendos progresos, a saber:
* Nombró a Todd Jones como director de ATF en 2013, cargo que había permanecido vacante durante seis años.
* Inició una serie de iniciativas de control de armas.
* Los Institutos Nacionales de Salud han desplegado recientemente nuevos mecanismos de financiación para la investigación sobre las armas de fuego en su relación con la salud infantil y la violencia en las escuelas, nombrando a Vivek Hallegere Murthy (un conocido estudioso del área) como Director General de Sanidad. Según Topher McDougal Robert Muggah (9 de marzo de 2014) “la renuencia de los políticos para hacer frente a la violencia armada puede atribuirse principalmente a los esfuerzos implacables de la Asociación Nacional del Rifle (NRA)”. No obstante, se sabe que unos 32.163 estadounidenses murieron por heridas de bala en 2011. Otros 70,000 más fueron no fatalmente herido en el mismo año, y sufren debilitantes cicatrices físicas y psicológicas. El coste económico de estas pérdidas se han estimado en 47 mil millones dólares al año. Esta cifra excede groseramente el beneficio económico de la industria, calculado por el Shooting Sports Federación Nacional, en 18 mil millones dólares por año.
De todo lo expuesto se puede concluir que la facilidad en el acceso de armas y municiones hace difícil hacer frente al problema, que se ha convertido en una seria amenaza para la seguridad interna en muchos países del mundo donde los ciudadanos parecen asumir los costos de este tsunami de violencia.
REFERENCIA BIBLIOGRAFICA.
* Camilo Duplat (29 de Septiembre de 2011), “Hay 80 millones de armas de fuego en América Latina y el Caribe”, en Andina, agencia de noticias peruana (29 de septiembre
de 2011), , disponible en internet en http://www.andina.com.pe/espanol/noticia-hay-80-millones-armas-fuego-america-latina-y-caribe-estiman-379944.aspx#.UzGY8fldUTA
* Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDC), “Estudio Global sobre Homicidios” (6 de octubre de 2011), disponible en internet en https://www.unodc.org/mexicoandcentralamerica/es/webstories/2011/estudio-unodc-homicidio.html * Topher McDougal Robert Muggah (9 de Marzo de 2014), “A little bit of everything”, How the firearms industry benefits from America´s gun violence epidemic”, en Los Angeles, Post-Examiner, disponible en internet en http://lapostexaminer.com/firearms-industry-benefits-americas-gun-violence-epidemic/2014/03/09
* UNLIREC, Informe Anual (2012), disponible en www.unlirec.org/force_download.aspx?file=arc_12…

Las otras ciudades de la próspera UE


  
Así es la ciudad europea que no quieren que veas
Con las elecciones cada vez más cerca, repasamos 6 puntos negros de la pobreza y el conflicto en el Viejo Continente
Por: Natxo Medina,  jueves 15 de mayo de 2014  



De Nápoles a Estocolmo, la idea de una Europa fuerte, próspera y unida se ve contestada por la realidad de barrios urbanos en los que la supervivencia es la ley. Recogemos unos cuantos casos significativos.
Desde que unos días atrás habláramos de cómo el cine se había acercado a Europa, las calles de las grandes ciudades ya se han llenado de carteles electorales: las caras de los candidatos cuelgan sobre nosotros como fantasmas a todo color, y sus rostros saludables y sus atuendos recién salidos de la tintorería contrastan con las imágenes de miseria que continuamente se viven en muchos puntos del continente. La cuestión es, ¿cómo reaccionarían al ver esas expresiones sonrientes algunos de los barrios más empobrecidos de Europa?
Casi siempre periféricas, en estas zonas sobreviven los cada vez más abundantes olvidados de la Unión. ¿Los más perjudicados? Clase trabajadora, niños, mujeres e inmigrantes. Muchos de ellos condenados a vivir en los extrarradios tras haber sido expulsados del centro histórico de las grandes ciudades turísticas. En estos enclaves se siente especialmente la mordedura de Europa, así como la miseria y la delincuencia que se han convertido en parte de su estructura viva. Paralelamente, en algunos casos se viven escenas de revuelta y resistencia. Son lugares que la cúpula europea seguramente preferiría enterrar, pero que existen, y que definen las claves del continente paralelo, el que queda fuera de las encuestas y las papeletas. Estos son algunos de sus ejemplos.

Añaza, Tenerife

En el barrio de Añaza, que creció a mediados de los 80 a partir de años de reivindicaciones vecinales, los niveles de paro rozan hoy el 50% de su población activa. En el caso de los menores de 25, el nivel llega hasta el 70%. Luis Celso, presidente de la Asociación de Vecinos del barrio, asegura que las escenas que se viven día a día allí “parecen de Posguerra”. Situaciones similares se viven en otros barrios españoles, como el de Orriols, en Valencia, con una alta tasa de paro sostenido, donde recientemente la plataforma de extrema derecha España 2000 donaba 4 toneladas de comida a los más necesitados... siempre que fueran españoles. Esto en un barrio en el que el 29% de la población es migrante. Una jugada que nos recuerda a las ayudas que la organización fascista Amanecer Dorado ofrece en algunos barrios pobres de Atenas a los más necesitados, excluyendo a todos los no-griegos.

Exarcheia, Atenas

Por suerte, no todo es miseria y fascismo en Grecia. También hay focos de insurrección como el barrio de Exarcheia, situado muy cerca de la Universidad Politécnica de Atenas, en el centro de la ciudad. De larga tradición anarquista, en él se concentra gran parte del activismo político de la ciudad. Empobrecido como se ha visto en los últimos años, sigue siendo un foco de lucha y resistencia. Fue en Exarcheia donde estallaron los disturbios posteriores al asesinato, a manos de un policía, del adolescente Alexandros Gigoropoulos en 2008. Disturbios que destaparon un descontento profundo y prolongado hacia la opacidad y la corrupción del gobierno. Una inquietud que pocos años después demostró estar del todo justificada. Aunque pocos imaginaran por aquel entonces que los peores disturbios todavía estaban por venir.

Fakuteta, Bulgaria

Un año antes de aquellos disturbios, en 2007, Bulgaria entraba en la Unión Europea. Hoy, a escasos cinco kilómetros del Parlamento, se encuentra el suburbio de Fakuteta, un terreno que ocupa alrededor de un kilómetro cuadrado en la periferia de Sofía. En ese espacio se hacina una población de 55.000 personas, en su mayoría de etnia gitana, abandonadas a su suerte. La población común tampoco lo tiene mucho más fácil: el salario mínimo no pasa de los 330 euros, y las pensiones de los 110. Al país, que sufrió una brutal decadencia tras la caída del Telón de Acero, no parece haberle servido de mucho su integración europea y hoy se ahoga en un mar de corrupción. Tanta que, según asegura Petar Jakimov, de la Liga Anti-Mafia Búlgara, “es uno de los pocos, si no el único país europeo en los que no hay actos de corrupción demostrada”. Tan obvia es, que nadie le hace caso.

Secondigliano-Nápoles

Algo similar pasa en uno de los lugares descritos en detalle por Roberto Saviano en su best-seller Gomorra. Pero lo más interesante aquí no es tanto el control total que la mafia ejerce sobre la población de la ciudad, sino en cómo a este problema estructural se ha venido a sumar el abandono casi total del Estado en materia social y educativa. En 2010 se suprimieron por completo las ayudas a familias sin recursos, lo cual dejó a cientos de miles personas en situación de indefensión total. Hasta 54.000 niños menores de 13 años han abandonado la escuela en la región de Campania, donde se encuentra Nápoles, muchos de ellos para trabajar o integrarse en la Camorra. Una situación que uno diría sacada de las peores estampas de la Revolución Industrial del siglo XVIII.

Husby, Estocolmo

En esta clasificación no caben sólo países dominados por viejas oligarquías corruptas. También naciones ricas y de larga tradición democrática como Suecia. En mayo de 2013 una serie de disturbios violentos estallaron en el barrio de Husby, en el extrarradio de Estocolmo, de mayoría inmigrante, donde hasta un tercio de la población entre 16 y29 años ni estudia ni trabaja. El conflicto duró días y se trasladó a otros barrios, e incluso a ciudades cercanas como Malmö o Uppsala. Husby encarnaba así un problema de racismo y de inquietud social acumulada, fruto del reguero de cambios políticos que empezaron en el país con la muerte de Olof Palme en el 86 y que han conseguido que hoy la brecha entre clases esté creciendo en Suecia más rápido que en ningún otro país de la Unión.

Sevran, París

Este núcleo de la Unión tampoco escapa de la quema. De hecho, Francia es uno de los países con más guetos urbanos de Europa. La denominación oficial alude a ellos como “zonas urbanas sensibles”, y contamos hasta 717, la mayor parte de las cuales están en las llamadas “banlieues”. En 2005 una de ellas, Clichy-Sous-Bois, al este de París, estallaba en llamas. Estos lugares, poblados sobre todo por emigrantes de segunda generación venidos de las antiguas colonias francesas, representan la falta de alternativas de toda una juventud a la que el país niega el futuro. Sevran, con un 18% de paro total y un 40% en el caso de los jóvenes y situada también al noreste de la capital, es hoy una banlieue prima hermana de aquella que puso a Francia en jaque. Sus habitantes están a un viaje en tren del centro, y aún así afirman sentirse “a un mundo de distancia”.

Un conflicto enquistado

Al respecto de los conflictos urbanos parisinos, Eric Hazan escribió: “Tengo la convicción de que París sigue siendo lo que ha sido durante más de dos siglos: el gran campo de batalla de la guerra civil en Francia entre aristócratas y sans–culottes. Poco importan los nombres que les podamos dar hoy”. Así se expresaba en París en tensión, urbanismo e insurrección en la ciudad de la luz, y su razonamiento podría ampliarse al choque ancestral entre élite y pueblo que recorre la Europa moderna. Esto explicaría por qué el patrón que siguen todos los disturbios comentados es tan similar.
Primero vienen las medidas gubernamentales (adelgazamiento del tejido público, privatizaciones, políticas de mercado en sustitución de políticas sociales...). Estas medidas profundizan la fractura social, generan un progresivo descontento ciudadano, falta de opciones políticas y perspectivas de futuro, discriminación cotidiana y en última instancia hambre y necesidad. De ahí al estallido sólo queda un paso.
Hoy se estima que 120 millones de ciudadanos europeos, de un total de unos 740 millones, no tienen trabajo, y muchos de ellos viven por debajo del umbral de la pobreza. Las ayudas de Cruz Roja aumentaron en un 75% entre 2009 y 2012. Muchos ciudadanos que sí trabajan, ven como la distancia entre ricos y pobres crece sin parar. Ante estas perspectivas, ¿qué puede importarle al empobrecido europeo de a pie lo que aquellos candidatos de los que hablábamos tengan que decir? Y si la confianza en ese pacto político hasta hoy más o menos firme amenaza con desmoronarse, ¿cómo puede un continente sobrevivir a esa brecha? ¿Estamos condenados a girar siempre en espiral? Estudiar estos barrios no nos vendría nada mal para conocernos mejor. Mientras tanto, estaremos borrachos con la idea de Europa, sin darnos cuenta de que tenemos un problema con el alcohol.
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lunes, 5 de mayo de 2014

Percepción Subjetiva de la seguridad ciudadana

SOCIEDAD / INFORME SEGURIDAD CIUDADANA

Los inmigrantes no aumentan la delincuencia percibida de los barrios

Un estudio demuestra que el ruido, la suciedad y el nivel educativo de los habitantes disparan mucho más la sensación de inseguridad entre los vecinos

Comparativamente con otros países, España no está obsesionada por la delincuencia. Pese a que la seguridad ciudadana, las drogas y la violencia doméstica no nos son ajenos, tradicionalmente el desempleo y el terrorismo han sido los problemas que más han agobiado a los españoles. Y sin embargo, nosotros nos sentimos más inseguros que los residentes en otros países con tasas de victimización similares o incluso más elevadas. ¿A qué se debe esta mayor delincuencia percibida por los españoles en sus barrios?
Jaime Lanaspa, director general de la Fundación «la Caixa», yAlfonso Echazarra, autor del presente estudio, doctor en Estadística Aplicada a las Ciencias Sociales por la Universidad de Manchester y doctor miembro del Instituto Juan March, han presentado esta mañana en CaixaForum Madrid el volumen 37 de la colección Estudios Sociales de la Fundación «la Caixa»: La delincuencia en los barrios. El informe, que analiza las razones por las que la percepción de la delincuencia varía de unos barrios a otros, fue ganador del Premio «la Caixa» de Ciencias Sociales 2013, y en él se da respuesta a alguno de los interrogantes de nuestra mayor sensibilidad ante la inseguridad.
En la última International Crime Victims Survey (2004-2005), menos de un 10 % de los entrevistados afirmaba haber sido víctima de un delito, la tasa más baja de los 30 países participantes. A pesar de ello, un 33 % de los españoles afirmaba sentirse inseguro por la noche en las calles, claramente por encima de la media de los países participantes.
Uno de los estereotipos del que más se ha abusado desde que nuestro país se convirtió en receptor de inmigración, es que con los trabajadores extranjeros también había venido una legión de delincuentes, para los que nuestro país era poco menos que un paraíso. Pero uno de los datos llamativos del informe es que pese a la creencia generalizada (el 80 % de la población en 2007) de que la inmigración incrementa el nivel de delincuencia, la realidad es que la diversidad reduce los niveles de delincuencia percibidaen el barrio.

Desorganización social

Las variables de nivel educativo bajo, desempleo, desintegración familiar, movilidad residencial y el grado de urbanización son también determinantes en la percepción que los vecinos tienen de la delincuencia y el vandalismo en su zona residencial. En barrios donde los residentes tienen un nivel educativo alto y un empleo estable, y los edificios están en buenas condiciones, los residentes son menos proclives a percibir altos niveles de delincuencia.
A nivel individual, los extranjeros, los hombres y las personas con más educación e ingresos y con una ideología de izquierdasson menos proclives a percibir su barrio como peligroso.
Otro de los mitos, o leyendas urbanas que se cae es el de la delincuencia en las grandes ciudades, donde se supone que el entorno sería más favorable. La realidad, según desvela el informe, es que en España existen 117 secciones censales -principalmente zonas urbanas, costeras y del sur de España- donde más del 90 % de la población considera que la delincuencia y el vandalismo son un problema. Pero solo cuatro de ellas están en Barcelona y Madrid.