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martes, 17 de marzo de 2020

MEDELLÍN. Urbanismo y Sociedad.
Jorge Pérez Jaramillo.
TURNER Noema. 2019. Madrid.

La historia de los últimos 30 años en la ciudad  de Medellín y de cómo se enfrentó una de las situaciones de crisis violenta más importantes de Latinoamérica hasta superarla, no sin problemas, mediante un "proceso social, participativo e incluyente" y de planificación territorial que ha desembocado en que los índices socioeconómicos y demográficos hayan cambiado su tendencia y se haya convertido la propia ciudad y su área metropolitana del río Aburrá en ejemplo internacional de prácticas urbanísticas y sociales con poder transformador.



Jorge PÉREZ JARAMILLO presenta en su libro Medellín. Urbanismo y Sociedad, editado por TURNER Noema en 2019 la historia viva de la transformación de una ciudad a lo largo de un proceso de 30 a 40 años en que partiendo de una crisis económica, violenta y un declive social con altas tasas delictivas, de paro, pobreza, desigualdad se construyó un camino para lograr revertir la situación y lograr construir una sociedad más justa, más inclusiva, más participativa y más democrática en definitiva. Utilizando como revulsivo precisamente la crisis  se consiguió superar los nefastos indicadores de delincuencia, segregación, pobreza, paro, marginalidad, urbanismo no planificado, informalidad espacial y urbanística, etc...

Todo ese proceso de reversión  de la situación crítica de la ciudad de Medellín y de su área metropolitana se consiguió a través  de un proceso de intervención urbanístico y social con participación de todos los actores sociales e incluyente basado en el liderazgo colectivo y con la co-responsabilidad como factor cohesionante dando así representatividad y voz a toda la población incluidas las clases o grupos más pobres.

Es un gran experimento o quizás se podría decir que es la suma de muchos experimentos sociales y urbanísticos a diferentes escalas ampliando en el proceso el marco de un urbanismo de ingienería vial y técnica exclusivamente hacia un urbanismo social en que se contemplan parámetros más sociales, más inclusivos y participativos yendo con ello más allá de las concepciones puramente "ingenieriles" (no por ello menos necesarias) a otras en que se contempla la ciudad articulada y dotada con espacios públicos, parques, transporte público, bibliotecas, colegios, comedores, centros médicos, etc..., que en el marco de planificaciones a medio y largo plazo de carácter territorial (a escalas menores) y urbanístico (a escalas mayores) consiguieron que poco a poco, y no sin dificultades, aquéllos parámetros sociodemográficos negativos de la década de los 70-80 hayan revertido la tendencia en un plazo de tiempo relativamente corto hasta la actualidad.

El éxito de este proyecto se debe sobre todo a la confluencia de la universidad y sus escuelas de arquitectura que ya desde la década de los años 40 en el S. XX postulaban soluciones urbanísticas sobre la ciudad y su área metropolitana y cómo posteriormente evolucionó implicando a la sociedad y el ámbito político y creando en dicho proceso figuras del planeamiento adecuadas para la consecución de los planes estratégicos. Con todo ello el diálogo de los actores sociales y el aumento de la cohesión ciudadana aseguraron el éxito del proyecto  ya que se articuló sobre la base de la co-responsabilidad, la participación ciudadana y la inclusión de todos los grupos sociales no solo en los proyectos a escala macro sino también en el diseño de proyectos con impacto microescalar en un ambiente que hiciera partícipe a las clases o grupos más desfavorecidos.

En ese marco los concursos y arquitectura y urbanismo que se convocaban en la ciudad se mostraron como fuente de proyectos y como vehículos para la experimentación de nuevos cauces para la consecución de los planes de urbanismo y de desarrollo del área metropolitana del río Aburrá en que se incardina la ciudad.


El proyecto de ciudad también se dibujó desde una perspectiva inclusiva y con el proyecto  de ciudad inspirado en conceptos como "crecimiento hacia dentro", "derecho a la ciudad", la "equidad urbana", etc... De ese modo se luchó contra lo que venía siendo la nota dominante urbanística en los peores años de la ciudad de Medellín y su área metropolitana: la construcción de viviendas con altas densidades sobre suelo barato aumentando así la especulación del capital inversor y creando cargas urbanísticas importantes en forma de problemas de tráfico, transporte público, dotación y acceso a servicios básicos como el agua, la electricidad, gas, educación, servicios médicos, etc... y provocando con ello la creación de barrios excluidos, comunidades segregadas y en definitiva más fractura social.

En este punto el llamado urbanismo social se desarrollaron acciones en los barrios más desfavorecidos aumentando así sus oportunidades y dándoles voz a través de sus propios actores sociales consiguiendo con ello más inclusividad, más representatividad y más protagonismo a los más desfavorecidos y todo ello acompañándolo de intervenciones como dotación a los barrios de espacios públicos conceptuados como espacios de encuentro ciudadano y de estar diario. Un ejemplo de esas intervenciones o experimentos que se pusieron en marcha consensuados con aquellos con quienes se iba a "experimentar" fueron, o quizás debiera decir, son, pues se trata de un proyecto vivo, los llamados "TALLERES DE IMAGINARIOS COMUNITARIOS" (pág 139)  o "UNIDADES DE VIDA ARTICULADA" en que la comunidad expresaba también su propio ingenio a la hora de valorar los "PLANES MAESTROS GENERALES".  Es curioso en este punto como el concepto de BARRIO se articula como potencial unidad de análisis y de trabajo (págs 130-132).
En este marco se abordaron algunas medidas en la línea del CPTED para bajar la concentración  de delitos mediante un "Plan Maestro de Iluminación" al detectarse en los análisis de diagnóstico socioeconómico la existencia de áreas muy oscuras en los barrios y en las cuales había una mayor concentración de delitos. Al detectar que esas áreas eran zonas de propiedad pública se ideó (participativamente) el modo de reconvertir esas propiedades en experimentos sociales a pequeña escala a través de la figura de las "UNIDADES DE VIDA ARTICULADA".
El PLAN DE MEJORAMIENTO INTEGRAL DE BARRIOS es uno de los instrumentos donde a partir del diagnóstico  de una situación caracterizada por conceptos como viviendas con altas densidades en áreas periféricas con suelos a bajos precios, cargas urbanísticas, barrios excluidos, comunidades segregadas, fractura social..., se orientan los planes de ordenamiento territorial hacia como conceptos como crecimiento de la ciudad hacia dentro, acupuntura urbana, espacios públicos, equidad, comunidad, participación, freno a la especulación urbanística y que durante el periodo estudiado se han dado situaciones de cierta evolución desde punto de partida con construcción de viviendas con altas densidades en la periferia donde había suelo disponible y barato y donde se podían obtener grandes plusvalías, hacia el desarrollo de la ciudad hacia dentro basada en aumentar las densidades poblacionales en las áreas y barrios ya existentes apuntalando de esta forma la comunidad, la representatividad aprovechando el movimiento asociativo, sus líderes locales o de barrio y sus espacios públicos como espacios de encuentro y de fomento de su identidad comunitaria.

Este tipo de actuaciones consiguieron que el caso de Medellín sirviera de ejemplo a nivel internacional por cuanto suponía un cúmulo de experimentación urbanística y social con evidentes resultados en los principales indicadores socioeconómicos y demográficos. Sin embargo, ello no obsta a considerar que, como proyecto vivo, esté sujeto a los cambios políticos que se van sucediendo y, de hecho, el autor menciona la deriva populista y de fragmentación política que en los últimos años impregnó la política nacional colombiana y la local de Medellín y su área de influencia y de cómo muchos de los proyectos de los Planes de Ordenación se han  postergado en el mejor de los casos. Esa es la razón de que dedique algunos capítulos a consideraciones del tipo "grandes retos que prevalecen" (pág 189).

Es curioso, y aquí me quiero detener un poco, que mencione la seguridad ciudadana como uno de los retos que la sociedad de Medellín y su área metropolitana tienen por delante. Y cómo equipara o pone al mismo nivel conceptos como la "equidad", la "sostenibilidad ambiental", la "salud urbana", el "control territorial" la "articulación metropolitana" con el de la "seguridad".
El papel de la geografía en el análisis geoestratégico  redundan en el control territorial de la ciudad expandida y su área de influencia a través de la relación entre conceptos como geografía, espacios urbanos, flujos de relaciones humanas, etc...
En ese marco tiene capital importancia el desarrollo de un fuerte sistema de PARTICIPACIÓN CIUDADANA que ofrece a la sociedad civil diversas instancias de representación. Hay entradas en el libro tituladas "participación ciudadana como base de la democracia" en se hacen observaciones como la de MARCO AURELIO MONTES en su libro Medellín que estás en el cielo (2004) en que se dice textualmente "las clases adineradas han ido transformando la ciudad al ritmo de la especulación".

Por otro lado en el análisis de la evolución de los índices de la ciudad de Medellín tienen gran  relevancia los altos niveles de calidad y coberturas en servicios públicos de salud, educación, transporte, recreación (pág. 209), agua potable, energía, telecomunicaciones, gestión de residuos, etc... Pero es en el subcapítulo de la pág. 223 titulado "innovaciones para la vida pública" en que se dibuja el cuadro urbano desde el origen de las intervenciones a la actualidad. ahí, como se verá, se dibuja un panorama que se da en otras ciudades y áreas metropolitanas de iberoamérica: la ausencia de los así llamados ESPACIOS DE VIDA donde la inseguridad era la nota dominante y en que "la ciudad se desarrolla en base a urbanizaciones cerradas por muros y rejas controladas por vigilancia privada en los entornos más pudientes y los combos o pandillas en las áreas populares y barrios relegando el espacio común a su menor expresión". La ciudad en ese contexto equivale a entornos de vías de comunicación rodeados de muros. (A lo largo del libro  desarrolla los problemas de ingienería  viaria sobre las del urbanismo social).

Rehabilitar los espacios colectivos, reconquistar la ciudad ha sido fruto del cambio de paradigma en la forma de abordar los problemas en su conjunto, de propuestas técnicas, culturales y sociales de intensa experimentación y de diálogo social construido sobre la participación de los ciudadanos, sobre el aumento de las oportunidades y representatividad de estos y, por otro lado, las aportaciones académicas y los esfuerzos políticos.

En todo este escenario es importante que se tenga presente que la gestión de la seguridad ciudadana y el fomento de la vida pública entre otros factores hacen que la ciudad de Medellín haya llegado hasta este momento y encare el futuro decididamente.


Manuel Vera.
Marzo 2020.