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domingo, 18 de noviembre de 2018

Los Distritos Madrileños más inseguros.

Carmena lleva más policía a cinco distritos para calmar a los vecinos

Diez barrios de Puente de Vallecas, Usera, Villaverde, Carabanchel y Latina tendrán mayor presencia policial hasta después de Navidades


Es curioso como ante el aumento de delincuencia en varios distritos de Madrid las asociaciones vecinales se han movilizado para solicitar de la administración pública una mayor presencia policial y la puesta en marcha de un Plan de Seguridad ha sido la respuesta por parte del Ayuntamiento de Madrid.


Cuando se entra a analizar las barriadas en que se ha puesto en marcha el plan observamos que ya desde antes que se evidenciara el problema de esos distritos hay otras entidades privadas que ya vienen analizando el problema desde mucho antes; tal es el caso del portal inmobiliario Idealista.com, pero lo que es más curioso y lo que quiero resaltar aquí es que los dos mapas que acompañan al artículo que se enlaza aquí combinan dos categorías de datos: los índices de delincuencia y el precio medio del m2 por distritos. Es decir, para el portal inmobiliario ambos datos van relacionados. Más allá de contrastar esta correlación de un modo más científico, se evidencia, a priori que existe un nexo entre las variables, si bien habría que estudiar qué fuerza y qué sentido tiene esa correlación.











En ese sentido, si seguimos indagando en esta problemática, encontramos otro hecho que se relaciona con estas cuestiones, con estas variables: es el auge de los locales de apuestas en ciertos distritos de Madrid, en un artículo de el 28 de enero de 2018 aparecido en El Confidencial titulado "las salas de juego exprimen los barrios pobres de Madrid: crecen un 140% desde 2014" se analiza la problemática que supone el auge de estos locales y cómo se asientan en los distritos más pobres de la capital y casualmente coinciden con los de mayores tasas de delincuencia o, al menos, con ciertos tipos de delincuencia (contra la propiedad, drogas, etc...).

En este mismo sentido se pronunciaban los contertulios del programa de radio de Ondacero Julia en la onda del día 16/11/18 donde se analizaba el auge de estos locales en aquellos "barrios" más depauperados de Madrid con mayores índices de pobreza, más paro juvenil, etc...

Se evidencia así que todos estos factores están relacionados entre sí y que para abordar esta problemática debe trabajarse desde diferentes ángulos de una realidad poliédrica en la que la actuación policial es uno más de los aspectos a tratar pero desde luego no el único, es decir, abordar el problema exclusivamente desde una perspectiva policial es un error, deben entrar en juego otras soluciones que de un modo transversal ayuden a paliar esa situación de inseguridad.

miércoles, 18 de febrero de 2015

Tecnologías para la investigación criminal

El Confidencial. ALBERTO G. LUNA18.02.2015 – 05:00 En Malmö (Suecia), una multitud de personas son disparadas mientras esperan en una parada de autobús, en el interior de sus coches o accediendo a ellos. Una de ellas muere y varias más resultan gravemente heridas. Tras un largo tiempo de infructuosas investigaciones, la Policía decide apostar por una tecnología de búsqueda hasta ese momento desconocida que le permite analizar los datos e informes existentes sobre el caso y realizar, de esta forma y en tan sólo unos minutos, todo el trabajo que de haberse hecho manualmente a un agente le habría llevado 43 años.En algún lugar de Guinea un brote de ébola se propaga hasta lograr expandirse primero por Liberia y Sierra Leona, para después terminar contagiando a decenas de miles de personas de otros países como Mali, Nigeria o Senegal, y varios sanitarios de España, Reino Unido y EEUU. Además de poner al descubierto las insuficiencias de la OMS a nivel administrativo y técnico (en palabras de su propia directora general, Margaret Chan), la pandemia sirve para que las ONGs y organizaciones de salud estrenen una plataforma tecnológica que les permite visualizar patrones tales como dónde se han infectado las personas, cómo se propaga el virus a través de las fronteras y las distintas tasas de mortalidad. Esta información se convierte en fundamental para distribuir los recursos médicos adecuados de forma más rápida y eficiente.Si se están preguntando qué relación guardan ambas tragedias, la respuesta es sencilla: Qlik.Una tecnología basada en la búsqueda asociativaQlik es la compañía de origen sueco creadora de QlikView, una tecnología basada en la búsqueda asociativa que permite a sus usuarios explorar cualquier tipo de información libremente, en lugar de verse limitados por consultas predefinidas. Esta herramienta ofrece la posibilidad de realizar análisis intuitivos, sin esperas, y la capacidad de consolidar y cruzar datos.Para resolver el asesinato ocurrido en Malmö por ejemplo, la policía sueca introdujo en la plataforma la ingente cantidad de informes criminales generados durante más de diez años. Les llevó tan sólo tres horas cargarlos y configurar documentos interactivos hasta poder comenzar a investigar los resultados obtenidos. Gracias al poder de análisis de QlikView para procesar información de diversas fuentes, pudieron cotejarlos con los datos aportados a través del número de teléfono de atención policial por ciudadanos que fueron testigos de los ataques.La conclusión a la que llegaron las autoridades suecas fue bastante contundente: "Hemos podido acceder a una gran cantidad de información en tiempo récord, además de encontrar coincidencias que de otra forma difícilmente habrían sido detectadas". Y es que sin ella los policías se tendrían que haber leído todos y cada uno de los informes criminales para encontrar una pista que les llevara a un sospechoso. QlikView sin embargo les permitió realizar búsquedas por ciudad, hora del día, informe de comportamientos o cualquier otro detalle sin aparente importancia como puede parecer por ejemplo un coche rojo.Según ha explicado a Teknautas Jose María Alonso, Director General de Qlik Ibérica, "nuestra solución permitió integrar y analizar 2 millones de informes conformados por dos 2 billones de filas de datos. Estos informes reunían el historial de crímenes de 10 años y les llevó tan sólo tres horas cargarlos. Esta analítica se puede aplicar tanto en otros casos criminales como en áreas tan diversas como la educación o la sanidad ya que permite analizar miles de datos en muy poco tiempo y sacar conclusiones de manera rápida y visual, lo que hace más sencillo no solo el análisis sino también la posterior valoración de los resultados".En el caso del ébola, hasta ese momento era muy difícil unir todos los cientos de datos que había para comprender la manera en que la enfermedad se propagaba. De ahí que Qlik desarrollase una aplicación para las ONGs y organizaciones de salud que permitió realizar un seguimiento y analizar la progresión del virus.Objetivo: reducir los crímenes en áreas específicasPero son muchos más los que están explotando los beneficios de esta tecnología. Entre los clientes de esta empresa, que cotiza en el Nasdaq y se encuentra en el Fast Tech 25 de Forbes, se encuentran gigantes como Canon, Panasonic, Gatorade, Iberia, Vodafone, FCC, Seur, Freixenet o Qualcomm. Aunque también cuenta con otros clientes mucho más modestos. Madrid Salud y los centros médicos españoles Virgen del Pilar en San Sebastián,Santa María de la Asunción en Tolosa o El Carmen en Orense, ya están apostando por este avance para gestionar su información y obtener, de esta forma, estadísticas e informes detallados."Actualmente estamos midiendo desde las respuestas sobre una determinada pregunta en las distintas encuestas que planteamos a nuestros pacientes hasta el índice de rotación de las camas. Lo que hacemos era inasumible en el pasado. Antes nos habría resultado imposible monitorizar 180 indicadores", ha explicado el responsable de Informática del centro médico El Carmen, Marcos Magallanes.La analítica de Qlik también ayuda a ONGs como Médicos sin Fronteras en Suecia a través de su programa Change Your World, que otorga licencias gratuitas de QlikView. Esto permite que estas organizaciones mejoren la visibilidad de la información necesaria para asegurar la eficacia y eficiencia de sus programas a organizaciones internacionales de asistencia sanitaria, medioambientales y humanitarias.¿Dónde están los límites de esta tecnología? Desde Qlik no se atreven a fijarlos. De momento la Policía de Malmö ya tiene entre sus planes desarrollar más aplicaciones QlikView para monitorizar los robos de coches y los asaltos. Algo similar a lo que ya hace Memex, un buscador que perfectamente podría ser llamado "el Google para descubrir delincuentes" y que es utilizado para detectar a las mafias que trafican con mujeres.Memex genera sofisticadas infografías que representan las relaciones entre las distintas páginas web (incluidas las que no son detectadas por Google de laDeep Web), es capaz de buscar no sólo texto sino también imágenes, descifrar números que son parte de una imagen, reconocer lugares donde fueron tomadas las fotos independientemente de sus sujetos y cotejar toda esta información con multitud de bases de datos. Desde su lanzamiento hace un año, ha tenido un gran éxito en investigaciones contra el tráfico sexual. El fiscal de distrito del condado de Nueva York, Cyrus Vance, afirmó que Memex ha generado pistas para 20 investigaciones y se ha usado en ocho juicios.Uno de los objetivos de ambas tecnologías, como el de otras muchas desoftware que se dedican a visualizar y organizar la creciente cantidad de información en línea, es reducir los crímenes en áreas específicas. Que lo consigan o no parece que sólo es cuestión de tiempo.

lunes, 15 de diciembre de 2014

Planificación de la Seg. Ciudadana

Planificacion Seg. Ciudadana. UOC

Espacio público y cambio político


Espacio público y cambio político http://t.co/ZwxJfuSCVj por Jordi Borja (2013)

LA CIUDAD SEGREGADA

LA CIUDAD SEGREGADA.


         Las relaciones de todos los actores que componen la sociedad tienen una plasmación espacial que para los profanos en al materia escapan a su mirada. Sin embargo, esas relaciones fruto de la interacción social  son evidentes para la mirada de un geógrafo, de un criminólogo, de un sociólogo por citar algunas. La ciudad como constructo temporal evidencia la transformación de esas relaciones entre los individuos y más allá de estos con el espacio en que viven.
Entender en esa perspectiva que la criminalidad  es a la vez consecuencia y causante de estructuras sociales, económicas, psicológicas que se plasman en la construcción y vivencia del espacio geográfico urbano es una de las tareas de la geografía del crimen o de las geografías securitarias como las denomina HERNANDO SANZ, pero lo es también la propuesta de medidas para cambiar los escenarios, las dinámicas de  la sociedad de tal modo que se pongan en concierto todos los actores implicados en la garantía de la seguridad ciudadana como uno de los pilares de las sociedades  modernas puesto que en última instancia se trata de garantizar al ciudadano la seguridad y más allá, la libertad.
         Pues bien, como la sociedad evoluciona también lo hace el fenómeno urbano. Y es el análisis de esa evolución y de sus consecuencias lo que sirve de base para afrontar la problemática criminal y establecer estrategias que superen sus aspectos negativos. Podríamos fijar nuestra atención en muchos aspectos del fenómeno urbano, sin embargo, me voy a centrar solo en aquéllos que afectan a cuestiones como la segregación urbana, la parcelación de los espacios, las zonificaciones de los usos del suelo, la dicotomía entre lo público y lo privado y, más allá, en la falta de cohesión social y el aumento del individualismo. Así se puede también entender si las respuestas de las diferentes administraciones al fenómeno criminal es, más que positivo, coherente y en esa medida, acertada.

EL INDIVIDUO Y LA COMUNIDAD.

         Las personas y los grupos en que se integran interactúan entre sí y con el espacio que les rodea estableciendo relaciones, vivencias que pautan sus comportamientos. Un barrio de una ciudad cualquiera es un trasunto identitario de los habitantes que lo integran y les dota de una cierta identidad colectiva que a menudo les diferencia de otros barrios de esa misma ciudad. El modo en que se relacionan y el grado de cohesión vecinal, la vivencia de sus espacios públicos o privados y de las problemáticas que le son propias condicionan su percepción de la realidad que les rodea y marcan por ello su vivencia diaria, la imagen que se construyen del espacio en que desarrollan sus vidas.

En gran medida los diferentes indicadores sociodemográficos explican y/o condicionan (los usos, los equipamientos, la falta de cohesión social) el fenómeno de la criminalidad o de la violencia en determinados lugares o entornos,  el potencial comportamiento incívico. Y aquí entra el problema de las escalas en el análisis de la realidad. AVENDAÑO FLORES  que menciona tres escalas referidas a aspectos vivenciales de los individuos: la escala inmediata, la vecinal y la local. BAILLY y BEGUIN  los llaman “caparazones entre el yo y el mundo”.
         La escala inmediata, la del individuo y su familia que se confina en su casa, en su domicilio como espacio seguro, de ahí que se hable de auténticas cárceles preventivas en que la vida urbana se ha volcado al interior y que lleva a una atomización de la vida social y por contrapartida una disminución de la interacción social y en definitiva la difuminación de la cohesión social. Sus signos externos son las rejas, las murallas, las alarmas, los perros, las alambradas, los guardas de seguridad de los inmuebles, etc…, incluso se puede hablar de fachadas con un denominador común: el encierro. Lo cierto es que esa es una realidad que llega a ser visible en áreas urbanas y periurbanas, incluso rurales.
         La escala vecinal la sitúan en el ámbito de la cohesión social ya que en la medida en que la vivencia vecinal o comunal, como la llaman los autores latinoamericanos, se deteriora causal y consecuentemente disminuyen los lazos que vinculan a los individuos entre sí como comunidad  y hacen que, en definitiva, los problemas relacionados con la criminalidad no sean enfrentados desde ésta como sería lo deseable ya que las estrategias de promoción y de resolución de conflictos que no se asienten en un entendimiento de que la seguridad, la paz social en definitiva, no puede continuar siendo como hasta ahora una estrategia superpuesta a la sociedad sino que esté permeada por ella para que de una parte los individuos y los grupos en que se integran y de otra la actuación de las diferentes administraciones implicadas a diferentes niveles, sea posible que las estrategias que se adopten resulten útiles a la sociedad. Por ello, se impone superar el modelo reactivo policial tradicional por otro preventivo en que desde una perspectiva complementaria, transversal e interdisciplinar todos los actores implicados sean protagonistas.
En este sentido, la potenciación de los espacios de reunión vecinal o de la seguridad en su zona de tránsito suponen pequeños hitos en la consecución de esos objetivos securitarios y es precisamente en esa perspectiva que se incardinan teorías como las del CPTED, que ya traté en otros post.
         En la escala local se sitúan los problemas que afectan a todo el espacio urbano. Se establece o se constata una zonificación de la ciudad que en la mayoría de los casos es invisible como describía al comienzo del artículo. Las distintas circunstancias socioeconómicas de los habitantes de ciertas zonas o barrios de nuestras ciudades determinan que otros ciudadanos perciban esas zonas como áreas peligrosas, áreas de exclusión social y por ende áreas en que los fenómenos de marginalidad y delincuencia son más comunes de tal forma que a menudo ciertas calles constituyen verdaderas fronteras invisibles que en el imaginario colectivo de una ciudad sus vecinos reconocen y que por ello marcan pautas de comportamiento diario que derivan en agravamiento de problemas de exclusión social o marginalidad, convirtiéndose como venimos observando en causa y en consecuencia de los procesos excluyentes de los individuos, de sus grupos y de los espacios que habita y transita.
         En muchos casos la administración pública realiza una política de inversión y mantenimiento de espacios públicos y de dotación de equipamiento urbano que obvia estas realidades descritas y que de no revertirse desembocan en un proceso de degradación urbana y por ende social que hacen que la percepción de sus habitantes y de los ciudadanos de otros barrios en general sea de un espacio degradado social y físicamente.
De ese modo la ciudad se convierte en una suerte de islas más o menos conectadas pero con “fronteras” invisibles en que los usos de los diferentes espacios, las dotaciones de infraestructuras, la titularidad de los espacios y aún la privatización de los públicos hacen que la vivencia de los espacios urbanos derive hacia una suerte de privatización como es el caso de los parques públicos vallados y/o vigilados o de los centros comerciales donde desarrollamos parte de nuestra convivencia social como meros consumidores: de ocio, de artículos, etc…
 “La relación de la delincuencia
con las grandes concentraciones urbanas
 es muy superior a la que se pudiera relacionar a la emigración”.(3)
VALERO ESCANDEL, J.R., La Ciudad y el miedo. VII Coloquio de Geografía Urbana. 2004. Universidad de Girona.
         Los barrios residenciales cerrados sobre sí mismos constituyen a menudo un fuerte contraste con aquellos espacios, con aquellos barrios en que crece la inseguridad, la exclusión y el deterioro. Así, la ciudad se convierte en una suerte de espacios a los que no podemos acceder libremente o al menos aún siendo espacios abiertos el nivel adquisitivo e los individuos no les permite acceder a determinados lugares. Espacios teselados en que las diferencias se basan en las disparidades  de dotación de servicios públicos, espacios más o menos accesibles, más o menos peligrosos. Ello muchas veces determina que determinados ciudadanos con rentas bajas solo puedan acceder a viviendas de un determinado valor, lo que acaba constituyendo guettos en que los procesos de degradación se retroalimentan. Según la Comisión Técnica de Seguridad Urbana de Barcelona “el nivel de seguridad que los vecinos de la ciudad atribuyen a su barrio de residencia remite a algo más que al miedo al delito, es un barómetro de calidad de vida del territorio y de la cohesión social de la ciudad”.
         Es más, se habla de la distribución diferencial por barrios del riesgo real y del riesgo percibido. En general, todos los estudios hablan de un incremento de la percepción subjetiva de inseguridad y en ello tienen que ver tanto las estadísticas reales de delitos como el aumento de la población inmigrante, la desconexión creciente entre los centros de trabajo, residencia y ocio que hacen se resienta la cohesión social y se deterioren las relaciones comunitarias.


Revista METRÓPOLIS. Invierno 2010. Nº.: 77. Barcelona. Número dedicado a la Ciudad del Miedo.

viernes, 28 de noviembre de 2014

DESARTICULACIÓN SOCIAL Y CRIMEN ORGANIZADO. El caso mexicano.

DESARTICULACIÓN SOCIAL Y CRIMEN ORGANIZADO. El caso mexicano.

MANUEL VERA


Recientemente han saltado a la palestra los hechos ocurridos en la ciudad mexicana del estado de Guerrero, Iguala. La desaparición y el asesinato de estudiantes pertenecientes al colectivo social "normalista", uno de los más combativos de México ha salido a la luz por la naturaleza de los hechos  y por la forma en que estos se produjeron y la estrecha relación entre el crimen organizado  y las autoridades locales de esta zona de México.
        Analizar aisladamente los hechos de la localidad de Iguala como un simple episodio violento de los diferentes cárteles dedicados al tráfico de drogas en la zona es obviar cuál es el problema de fondo que subyace en hechos como este. Más aún si cabe, cuando durante la búsqueda de los estudiantes desaparecidos se han localizado fosas comunes con cadáveres que nadie conoce, cuando con el devenir de los días el grito de indignación de la sociedad mexicana se ha hecho un clamor por el territorio de México. Dejan entrever estos hechos que lejos de tratarse de hechos puntuales se trata, cuando menos, de episodios que episodios que se repiten a lo largo del tiempo y de la geografía nacional.
        Sin embargo, cuando planteamos la pregunta que se hacía Guillermo TREJO (EL PAÍS, 16/10/14) de si “el principal negocio del crimen organizado en México es el tráfico de drogas hacia los EEUU, ¿por qué asesinar estudiantes que no tienen ninguna relación con el negocio? Ahí es cuando enfrentamos que quizás estos sucesos violentos obedezcan a razones que van más allá de lo que en un principio pudiera parecer ajustes de cuentas, por ejemplo.
        En este marco de violencia de los diferentes cárteles de la droga, del ejército en su lucha contra éstos, de la corrupción política, policial y de  los funcionarios públicos es en el que se desarrolla la verdadera guerra soterrada entre el crimen organizado, el estado y los diferentes movimientos sociales, y es también en ese marco en el que hay que entender el surgimiento espontáneo de los llamados grupos de autodefensas que han venido a suplir desde la sociedad civil ciertas ausencias en lo relativo a la seguridad de la población de las áreas afectadas.

1.- ANÁLISIS DEL PROBLEMA.
Desde largo tiempo los grupos criminales que controlan el tráfico de drogas hacia EEUU han permeado la estructura  del poder en aquellos ámbitos en que el control era más difícil por parte del gobierno federal, esto es, en el ámbito local. Y se han infiltrado en la política, en la judicatura, en la policía, en las cárceles. De tal suerte que el crimen organizado ha ampliado su tradicional campo de acción hacia la toma del “poder local, apoderándose de los municipios y sus recursos y extraer la riqueza local a través de la tributación forzada”. Guillermo TREJO. EL PAÍS 16/10/14.
        Según este autor, se ha desarrollado una suerte de industria extractiva de los recursos naturales en forma de sustracción de gasolina, gas, etc… y de la riqueza humana mediante la extorsión y el secuestro. Así, concluye, que estos grupos criminales encontraron un nuevo botín: el municipio y sus contribuyentes. (1)
        El soborno, la coerción, la corrupción de policias, de jueces, de funcionarios y de políticos conseguía en un largo proceso afianzar su influencia en los órganos locales de poder hasta el punto de llegar a postular sus propios candidatos títeres como parece que fue el caso del alcalde de Iguala y de su esposa, como también el de otros alcaldes que a resultas de los últimos sucesos en la zona han sido detenidos.
        En este escenario, el papel de la policía y los jueces corruptos es clave para entender un hecho clave que hace que esta toma soterrada del poder sea efectiva: la impunidad.
No se entiende de otra forma que como sucedió en Iguala el alcalde o su secretario de seguridad o el jefe de policía ordenaran los disparos en contra de los estudiantes y entregaran a los detenidos a los sicarios de los Caballeros Templarios para que dispusieran de ellos como finalmente ocurrió: con su muerte.
        De hecho, esas muertes, esas desapariciones parecían venir a corroborar la toma del poder local, de la voluntad de sus representantes por parte del crimen organizado que de esta forma quería enviar un mensaje claro e inequívoco a los diferentes movimientos sociales implicados en distintos procesos de articulación social para que desistan en sus acciones mediante la extensión del crimen, el terror y el miedo. Y precisamente, la masacre de Iguala se debe a una acción premeditada y a una estrategia de desarticulación social y de extensión del miedo entre la población y aquellos funcionarios y políticos que no se dobleguen.
        Precisamente en la zona donde han ocurrido esos tristes sucesos existe una fuerte organización social y comunitaria que constituye colectivos sociales que en cierta medida estructuran la sociedad en determinadas escala: en la de las personas, no así, por lo que se ve, en las instituciones.

2. LOS MOVIMIENTOS SOCIALES.
A poco que se piense en lo sucedido en la localidad de Iguala surge una pregunta cuya respuesta nos dará la clave de lo ocurrido y el trasfondo de la guerra larvada y ya declarada entre la sociedad civil (población, estado, policía, judicatura) y los grupos de crimen organizado.
        En este caso concreto, ¿quiénes son “los estudiantes normalistas de Ayotzinapa? ¿Qué ha ocurrido en lugares como Aguas Blancas o El Charco? ¿Por qué han surgido movimientos sociales como las denominadas autodefensas? Y volviendo a la pregunta que se hace Guillermo TREJO en su artículo (EL PAÍS, 16/10/14) ¿Por qué asesinar estudiantes que no tienen ninguna vinculación con el negocio criminal?
        Las razones son diversas. Pero en esas zonas  tan castigadas por el crimen y por las cuales pasa la mayoría del tráfico de drogas y personas hacia EEUU (2) se ha instalado ese mal difuso y casi omnipresente: la impunidad (3).
        Desde antiguo la guerra sucia del estado priista contra los grupos guerrilleros y los estudiantes disidentes ya en los años setenta del pasado siglo alcanzó en el caso del estado de Guerrero niveles similares a la guerra sucia de Argentina o Chile. Aquéllos movimientos quedaron impunes y el germen violento de entonces ha trocado en el devenir de los años en una violencia generalizada que amenaza a la población y, más allá, en las bases del propio estado y de la cohesión social.

3. LAS RESPUESTAS DE LA SOCIEDAD.
De un lado han surgido respuestas desde la población azotada por esta guerra: los movimientos sociales, la organización de asociaciones estudiantiles, civiles al fin, como la de los estudiantes normalistas de Ayotzinapa que son una respuesta de la sociedad para autovertebrarse y luchar, erigidos en interlocutor de amplios sectores de la sociedad coaccionada local contra el crimen organizado, contra la corrupción del poder a diferentes escalas. Estos movimientos sociales, esa vertebración autónoma de la población contra ese estado de cosas han sido fruto de décadas de movilizaciones indígenas, de la iglesia católica y grupos laicos en la defensa de los derechos humanos.
        Más recientemente ha surgido un nuevo movimiento: los autodefensas. Los individuos y más allá las comunidades en que se integran se han autoorganizado en grupos que velan y protegen a su comunidad. Y ello puede deberse al vacío institucional protector que la policía, la judicatura y el poder político local (4) han dejado al descubierto de tal suerte que ciudadanos desamparados contra el crimen organizado en su amplia acepción se han autoorganizado para defenderse y protegerse de los desmanes del crimen y del mismo poder local. Estos movimientos en América Latina no son nuevos. En Colombia ya se crearon grupos  de autodefensas civiles que fueron aprovechados por el ejército en su lucha local contra el narcotráfico y las FARC. Pero en el caso de México estos movimientos parecen remontarse a la época autoritaria del PRI en que fueron utilizados por el estado como una suerte de germen de los grupos paramilitares para su lucha contra la insurgencia o los movimientos campesinos de signo izquierdista o incluso contra los zapatistas.
        Tanto un caso como otro derivaron en el largo plazo en una especie de quiste violento que ha hecho pervivir el escenario violento de uno u otro signo y que aunque se llegaran a entender como una solución  para determinados problemas lo que sé hizo fue enquistar en la sociedad el germen de la violencia.
        A día de hoy, tal como plantea Guillermo TREJO, (EL PAÍS 12/10/14), teniendo presente que la utilización de los autodefensas a largo plazo puede devenir en la prolongación de la violencia, sí que resultaría efectiva para los estadios iniciales de lucha coaligada con el estado federal contra el crimen y así plantear una reconstrucción del “orden político local” de las áreas afectadas ,incardinados en el proceso de reconstrucción de la sociedad para que sean los ojos y los oídos del estado para que a nivel local se recobre el control de la situación.
Pero confiar en grupos armados informales  para imponer un cierto orden político y social puede ser a largo plazo igualmente nocivo para la sociedad y de ello ya hubo ejemplos, como ha quedado dicho en Colombia o el propio México.

De cualquier modo se deberían abordar otro tipo de políticas, y  de reformas de carácter transversal que aborden una profunda reforma de las instituciones a todas las escalas de tal forma que se reconstituya el Estado, el poder local y la confianza y seguridad de los ciudadanos.

lunes, 14 de abril de 2014

Proyecto Anillos en Violencia Urbana

Proyecto Anillos en Violencia Urbana 
Centro de Estudios en Seguridad Ciudadana Crimen y Violencia Urbana.
 Aportes de la ecología del delito al diseño de políticas públicas.



El proyecto "Crimen y Violencia Urbana. Aportes de la ecología del delito al diseño de políticas públicas", se propone estudiar, en una investigación empírica y con perspectiva multidisciplinaria, el fenómeno de la criminalidad y la violencia que progresivamente se ha instalado en determinados barrios urbanos de las grandes ciudades de Chile. Se busca comprender qué características o procesos sociales de las comunidades facilitan y promueven su instalación, dificultando el impacto de las políticas públicas de prevención y control del delito. De este modo se pretende contribuir al diseño de políticas públicas.

Si bien Chile presenta uno de los menores niveles de victimización delictiva de América Latina, éstos son mayores que en países desarrollados. Los delitos más comunes en Chile son los efectuados contra la propiedad, pero son los que están acompañados por el uso o amenaza de uso de la fuerza los que más generan impacto y que en mayor medida afectan a sectores medios y populares.

Un estudio sobre barrios vulnerables constató que en el transcurso de los últimos 15 años el tráfico de drogas se ha consolidado en esos lugares y entre éstos se pueden distinguir barrios controlados por narcotraficantes, de aquellos que se encuentran en proceso de transición y otros simplemente desorganizados.

El diagnóstico anterior, sumado a los deficientes resultados mostrados por las políticas de seguridad pública implementadas en estos territorios, sugiere que estamos en presencia de un fenómeno evolutivo, multidimensional y que los marcos conceptuales en que se inscriben las intervenciones públicas no logran capturar en su complejidad. Emergen entonces las preguntas: ¿Por qué en algunos barrios se mantienen en el tiempo altos niveles de criminalidad y violencia?, y ¿Por qué en estos territorios las políticas públicas son poco efectivas y resulta extremadamente difícil y costoso revertir la situación que allí se vive?

Marco Conceptual e Hipótesis de Estudio

Las intervenciones de política pública, en general, se han guiado por teorías o enfoques que describen el fenómeno del delito como un hecho aislado centrando su foco sobre el delincuente. El gran déficit es que no analizan el contexto comunitario (barrio) como una entidad que, en sí misma, puede contribuir a desarrollar ciertas conductas de riesgo y prevenir otras. La teoría ecológica del crimen, en su vertiente de desorganización social, suple algunas de estas falencias al intentar explicar porque algunas comunidades concentran delitos a lo largo del tiempo, aunque sus habitantes y ciertas condiciones sociales cambien.

Una de las tesis de este enfoque teórico es la de la Eficacia Colectiva. En ésta se plantea que la presencia de recursos comunitarios como confianza, cohesión social, control social informal, entre otros, contribuyen a disminuir delitos y violencia en barrios urbanos. Además, afirman que la existencia de lazos sociales no es suficiente para enfrentar el problema delictual sino existe en la comunidad expectativas compartidas y voluntad para ejercer control social sobre los procesos locales, especialmente sobre las conductas de niños y adolescentes. A ello hay que añadir, que los mecanismos comunitarios suelen desarrollarse en contextos con suficiente dotación de recursos económicos. En otras palabras, la concentración de desventajas sociales sigue siendo un predictor directo del delito y de otros problemas sociales.

Por otro lado, aunque las tesis de la teoría ecológica del delito cobran sentido en la interpretación del aumento de la violencia en contextos territoriales específicos, tienen la deficiencia de no considerar el papel que juegan las políticas públicas. En esta línea, O'Donnell (1993) sostiene que la desigual vigencia del sistema legal a nivel territorial y social permite que se generen zonas donde la violencia pasa a ocupar un lugar preponderante. Contraponiéndose a esta tesis, Arias (2006) afirma que más que crearse "estados paralelos" (fuera del control político), lo que ocurre en estas zonas es que surgen redes y alianzas que vinculan al traficante con el sistema social y político externo, lo que les permite funcionar con normalidad. Por ello, si bien hay zonas en las ciudades latinoamericanas donde las leyes funcionan parcialmente, políticas sociales y de seguridad efectiva podrían jugar un rol importante para resolver el problema. Este último punto el que se evaluará en el estudio.

De lo anterior se deriva como hipótesis general que: "Bajos niveles de eficacia colectiva y de presencia y efectividad del Estado, controlando las variables de desventajas sociales, se asocian a un alto nivel de criminalidad y violencia permitiendo que se transformen en fenómenos permanentes y de alto impacto".

Líneas de trabajo

Para probar estas hipótesis, el proyecto abordará dos líneas de trabajo: la primera vinculada a la investigación empírica, propiamente tal, y la segunda, vinculada a traducir los conocimientos generados en impactos para las políticas públicas.

Línea de investigación. Para cumplir con el objetivo de "Determinar la relación entre mecanismos barriales y criminalidad y violencia, controlando las variables de concentración de desventajas sociales, presencia y efectividad del Estado, en barrios urbanos de Santiago, Valparaíso y Concepción", se realizará un estudio empírico que integrará datos de fuentes primarias (encuestas, observación sistemática, entrevistas y focus group) y secundarias (estadísticas policiales y sociales), bajo una metodología de análisis cuantitativo (estadística inferencial) y cualitativo (análisis de discurso).

Línea de impacto de política pública. En esta se espera "Generar recomendaciones de políticas públicas para los programas de seguridad ciudadana que actualmente se implementan a nivel local y proponer modelo(s) de intervención barrial." Para ello se realizará una revisión comparada de políticas de seguridad a nivel local, y se creará una red de discusión sobre políticas públicas. Además, se elaborará un modelo de política a nivel barrial, el cual se validará con la opinión de la comunidad y de expertos.

Línea de formación de investigadores jóvenes y redes. El proyecto contribuirá en la formación de una masa académica crítica (tesistas, prácticas e investigadores jóvenes), en la creación de redes de intercambio y colaboración entre centros académicos e instituciones públicas (nacional e internacional), y buscará incidir en las políticas públicas a través de la difusión de sus resultados.

Se espera generar conocimientos en cuanto a:

i) Generación y validación de explicaciones teórico-prácticas sobre las particularidades del delito y la violencia en barrios urbanos;

ii) Construcción de instrumentos para medir mecanismos barriales y recursos institucionales presentes en barrios urbanos;

iii) Producción de datos e indicadores inexistentes a escala barrial, utilizables en estudios posteriores.

FICHA TÉCNICA

Nombre del Proyecto: "Crimen y Violencia Urbana. Aportes de la ecología del delito al diseño de políticas públicas"

Financiamiento: CONICYT, en el marco del "II Concurso Anillos de Investigación en Ciencias Sociales"

Duración: 3 años

Participantes: Investigadores de CESC y de los Departamentos de Gobierno y Gestión Pública, de Economía y de Arquitectura de la Universidad de Chile.

Instituciones Chilenas Asociadas: - Carabineros de Chile - Asociación Chilena de Municipalidades

Instituciones Académicas Internacionales Asociadas: - John Jay School of Criminal Justice, The City University of Ney York, Estados Unidos, a través del profesor Desmond Arias, especialista en estudios sobre violencia en favelas en el Brasil.

- International Center for Crime Prevention, Canadá

- Development Studies, Faculty of Social Sciences, Universidad de Utrech, Holanda, a través del profesor Kees Koonings

- Centro de Estudios Centro de Estudios de Criminalidad y Violencia de la Universidad Federal de Minas Gerais, Brasil.

Productos esperados y difusión: - Formación de investigadores jóvenes 2 o 3 por año - Realización de 1 tesis de pregrado y 1 de postgrado por año - 1 seminario nacional, al término del segundo año - 1 seminario internacional, al término del proyecto - Seminarios semestrales por videoconferencia - 4 publicaciones: 2 a nivel internacional indexadas y 2 a nivel nacional - 1 Publicación compilatoria al término del proyecto

lunes, 23 de diciembre de 2013



Un polígono poliédrico. A propósito de la barriada de las 3000  de Sevilla.


 
Aquí os dejo una entrada de un artículo publicado en el diario El Mundo en su edición andaluza de Sevilla. En él se tratan temas que ya aparecen en el último post como por ejemplo las promociones de viviendas sociales y por otro se entreven asuntos ya tratados en este blog sobre el papel de la comunidad y su impulso por las autoridades y también aspectos propios del enfoque securitario del CPTED. Espero que sea interesante.



 
El comisionado creado para la normalización del área sur de Sevilla cumple 10 años sin erradicar el tráfico de drogas.

EL MUNDO, día 08/11/2013.
 
En el Polígono Sur de Sevilla lo malo resta fácil y lo bueno suma difícil. El tráfico de drogas, la impunidad inherente a una parte de su territorio y dos muertes de menores por disparos en estos últimos cinco años se suman a la trayectoria histórica de tratamiento desigual a sus habitantes, una combinación que tiñe de negro el tesón en el trabajo diario de vecinos, asociaciones, instituciones y técnicos. Su esfuerzo ha conseguido que los cerca de 50.000 residentes estimados —solo hay censados 35.000— en los seis barrios que conforman el polígono, popularmente llamado las Tres Mil Viviendas, conozcan tanto sus derechos como sus obligaciones.







Con fecha del 24 de octubre de 2003, se aprobó en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA) la creación del Comisionado para el Polígono Sur, en el que Ayuntamiento, Junta y Gobierno central confluirían en un equipo para agilizar la interlocución entre Administraciones “que permita la mejor solución a los problemas de marginalidad social, seguridad, empleo, asuntos sociales y vivienda, entre otros [...]”, según se lee en el decreto. Casi el mismo día, 10 años después, la psicóloga María del Mar González asume el cargo de comisionada en Sevilla. Como ella declara, tiene muchos retos por delante.

Se enfrenta a 145 hectáreas arrinconadas contra el muro que flanquea a una vía férrea, unas naves industriales y una carretera sin accesos ni salidas; a cerca de 15.000 personas sin censar; a más de 2.000 viviendas sin titularidad regularizada —que suponen un 28% de las 7.537 viviendas de cinco de los barrios, según datos de 2011— y a una población tradicionalmente estigmatizada por la ciudad, castigada por las Administraciones y, por ende, ajena a los servicios públicos.






El tráfico de drogas sobrevive asentado entre algunas calles aisladas desde los años setenta. Ningún político, de ningún color, ni las fuerzas del orden han erradicado lo que la portavoz de la plataforma vecinal Nosotros También Somos Sevilla, Rosario García, denomina como “lo gordo”. “Hasta que lo gordo no se erradique, todo lo bueno que se haga aquí estará eclipsado. Y en parte es normal, eso existe y hay que eliminarlo, pero parece que no interesa”, reivindica desde hace 30 años.

La pregunta es concreta: ¿Por qué no se ha resuelto el narcotráfico en este tiempo? La respuesta no está tan clara. “Es un cáncer que sufre el barrio como víctima pero que tiene su origen en otras zonas de la ciudad, en gente que nunca será detenida, como los consumidores. ¿Cómo se extirparía? Lo fácil sería más policía y más cárcel, pero no solo se resuelve así, hay que introducir legislación y además una acción transformadora liderada por la política urbana. Todos los sevillanos somos responsables de esta situación”, reflexiona el investigador Francisco José Torres, cuya tesis doctoral ganó el premio Focus Abengoa en 2010 de temas sobre Sevilla. Se titula El análisis territorial aplicado al estudio de zonas urbanas marginadas. El caso del Polígono Sur en Sevilla.
Torres plantea que es una cuestión muy difícil y complicada. “En este tiempo no ha habido una asimilación por parte de los poderes públicos de la verdadera complejidad del tema, si de verdad quiere resolverse esta situación tiene que abordarse como un problema de ciudad, no de barrio”, considera.

Un punto clave ha sido la muerte por disparos de una menor el pasado agosto en la barriada Martínez Montañés, la más conflictiva. “Desde el accidente, se ha intensificado la presencia policial, se han concentrado las acciones y se han agilizado todos los trámites judiciales para que la policía pueda acceder a los puntos negros que ya teníamos elaborados”, explica Montserrat Rosa, directora técnica del Comisionado del Polígono Sur. “Se ha sufrido la dejación de la Administración durante muchas décadas y eso es un lastre muy complicado de solucionar. Pero en los últimos años ha ido disminuyendo el tráfico, aquí hay ya muy pocas familias que vivan de la venta de drogas”, asegura Rosa.

“Lo que hay es un supermercado de la droga, está concentrado y sirve para que el resto de la sociedad estemos tranquilos”, resume Juan Blanco, director de la Residencia Universitaria Flora Tristán, que también cumple este año su décimo aniversario en la zona. En esa línea, Rosario García define al Polígono Sur como el trastero de Sevilla. “Aquí está concentrado lo gordo, quitarlo supondría que se pudiera dispersar el mercado por Los Remedios o Triana… y eso no conviene tanto. Esto es el trastero donde se guarda el escobón, el recogedor, lo que no se quiere que se vea en la casa”, ilustra.

Pero contra esta oscuridad intencionada en la barriada Martínez Montañés, también conocida como Las Vegas, están las decenas de actividades que los vecinos, instituciones y Administraciones incluidas organizan constantemente para que se les conozca. La Residencia Universitaria Flora Tristán, que cuenta con 220 alumnos por curso y depende de la Universidad Pablo de Olavide, es ejemplo de una apuesta que ha funcionado con éxito. “En estos años ha sido fundamental la reconquista del territorio, las calles ya no están tapiadas para el consumo de drogas, ahora ves tiendas, bares con terrazas abarrotadas de personas tomando tapitas al sol y macetas en las ventanas”, declara con entusiasmo su director. “También es destacable el trabajo con la comunidad, ya funcionan perfectamente iniciativas vecinales como las de la limpieza de las escaleras, donde los residentes de los bloques se turnan por semanas para limpiarlas, y lo cumplen. Ahora hay que conseguir que las personas no se vayan del barrio cuando consiguen mejorar su situación, sino que se queden. Si no, nunca se progresará”, resume. “Y por supuesto, hay que destacar la necesidad de apertura del barrio a Sevilla. Que la gente venga aquí, por ejemplo instalando recursos públicos necesarios para toda la ciudad. O como vamos a hacer estos días, trayendo espectáculos del Mes de Danza”, cuenta.

Son escenas, ideas y trabajos de transformación social, que llevan tiempo, y también dan resultados. “El Polígono Sur no tiene solo una cara, es un poliedro de muchas caras y algunas son muy luminosas. Hay prácticas educativas muy innovadoras e incluso premiadas”, ha declarado esta semana María del Mar González durante su primera actividad en la calle, en la que los nuevos profesores de los centros educativos, un 12%, y becarios de la residencia Flora Tristán salían de las aulas para acercarse al entorno en el que van a trabajar durante el año. Una de las acciones consistió en escribir sensaciones positivas en el muro del Instituto Domínguez Ortiz. La nueva comisionada escribió con pintura la palabra esperanza. “Realmente la tengo. Tengo esperanza en el barrio. Hay mucha gente que trabaja muy bien aquí y a lo que aspiramos como comisionado es a desaparecer, que no hagamos falta”, declaró con firmeza.

Dos años después de la creación del Comisionado, en 2005, se aprobó en Consejo de Gobierno el Plan Integral para el Polígono Sur, basado en cuatro ejes de actuación integrada: urbanismo y convivencia vecinal; inserción sociolaboral y promoción de la iniciativa económica; intervención socioeducativa y familiar y salud comunitaria.

En esta década de comisionado y ocho años de proceso del plan, las acciones han estado dirigidas hasta junio de este 2013 por Jesús Maeztu, que actualmente ocupa el cargo de defensor del Pueblo Andaluz. “Él ha puesto buena voluntad, pero hace falta la voluntad de las Administraciones y eso no ha funcionado siempre, él tenía que coordinar y tirar para adelante, así posiblemente habríamos tenido mejores resultados en estos 10 años”, considera García que se ha reunido esta semana con la nueva comisionada, cuyo nombramiento se ha postergado durante cinco meses, tiempo que el plan integral ha quedado descabezado.

María del Mar González, que asegura mantener buenas relaciones con las Administraciones, aún está estos días conociendo las calles y estudiando con detenimiento una realidad que arrastra más de 50 años de dejación política, donde los sistemas educativos, de salud y de salubridad y gran parte de los servicios públicos como transporte, limpieza o correos no se han desarrollado en décadas con normalidad y aún se ejecutan con intermitencia.

La nueva comisionada asume el cargo ilusionada, se pasea por las calles y da la mano a los vecinos, que la reciben con buena predisposición. “Voy a dialogar mucho, con las Administraciones y la ciudadanía, hay que vencer los problemas de comunicación, la mediación es lo que nos toca”, declaró esta semana. Su ilusión recuerda a la de Jesús Maeztu hace 10 años. “Cada Administración toca un instrumento y yo voy a dirigir la orquesta y a cuidar de que exista una única partitura para que la toquemos todos y suene afinadamente. Es una tarea difícil pero ilusionante”, dijo Maeztu en octubre de 2003. Lo único que pidió es tiempo. Solicitó en ese momento 10 años para regenerar el barrio más desfavorecido de la ciudad. Ese tiempo acaba de pasar con él al frente. Y ha salido del puesto estimando que se ha resuelto el 50% del plan.

“Lógicamente vemos que se trabaja en ello, que hay muchas personas implicadas en que esto salga adelante, aunque queda mucho por hacer. Y no dudo de que lo conseguiremos, de que terminaré paseando tranquila por mi barrio”, prevé García, que comparte el sentimiento de esperanza con la comisionada y que se muestra decidida a colaborar para que se cumpla el plan integral, ese texto que para la portavoz y las 17 entidades a las que representa su plataforma es el punto de partida y el punto final del bienestar en el Polígono Sur.

“Se tienen que remangar queriendo de verdad que esto cambie. O cambian, o seguiremos con los mismos problemas y el resto de la ciudad dirá que aquí se gasta sin ver resultados”, valora García. En enero de 2008, el concejal de Urbanismo, Emilio Carrillo (PSOE), declaró en sesión plenaria que desde 2003 hasta 2007 se habían invertido 26 millones de euros en regeneración urbana. Posteriormente se, entre otras partidas, se aprobaron 17,7 millones de euros del Plan Urban, que constan de un 70% de financiación europea y un 30% municipal. “Lo que está claro es que las subvenciones no nos van a callar”, añade García, que reconoce también objetivos cumplidos: “Se ha trabajado en lo humano y en lo urbano, se ha abierto un centro de servicios sociales, una escuela de empresas, se han rehabilitado pisos y también se ha mejorado en el absentismo escolar, aunque no tanto en el fracaso en la escuela”.
Aun sin tener datos del censo del polígono para calcular las necesidades de sus habitantes, según cifras ofrecidas por Educación “este curso están el 100% de los niños escolarizados”. En estos últimos años, se han ido arrastrando tasas de absentismo escolar que en 2006 se situaban cerca del 60%, y que el año pasado quedaron en un 17%. “La escuela aquí es un lugar seguro”, consideró esta semana la comisionada. Dijo esas palabras frente al muro de un instituto y detalló que en el polígono se implantan “prácticas educativas innovadoras que trascienden los muros de los colegios”, como en la que participaba. Y son muros, precisamente, uno de esos retos a los que se enfrentará. Derribar ladrillos es más que un hecho simbólico en la zona. Sería abrir el fondo de saco urbanístico en el que residen 50.000 personas y despejar el gueto en el que se comercia con drogas.

Como declara: “Hay decisiones más caras que otras”, pero tiene esperanza, y cuenta con avances de color verde que pueden impulsar su ánimo. Uno es la puesta en marcha del Parque Guadaira, que rompería la frontera de la carretera, y otro los 3.860 metros de carril bici de color verde que ya conectan con el centro. Para que Sevilla sea Polígono Sur y viceversa. Para que todo sume y reste por igual.

El cuarto trastero
Desde que en 1950 el Instituto Nacional de la Vivienda adjudicase 1.500 casas a familias trabajadoras en el Polígono Sur, la zona se concibió para ir resolviendo problemas de alojamiento en Sevilla. En 1964 se trasladaron personas procedentes de los derribos de chozas de otras áreas. En 1965 se construyen 1.008 viviendas más y en los setenta y ochenta continúan las edificaciones. Allí son desplazados los residentes de áreas chabolistas de la ciudad y población gitana, que supone cerca de un 15% de los habitantes del Polígono Sur. Durante estas cinco décadas, las Administraciones abandonan la prestación de servicios públicos en la zona. Para el investigador Francisco José Torres el problema se debe también a la actuación del Ayuntamiento en 2004 (PSOE), cuando dio a 44 familias del barrio chabolista de Los Bermejales 42.000 euros en mano a cada una para que se fueran de allí.  (...).

lunes, 21 de octubre de 2013

¿Qué hay detrás de las estadísticas?

A menudo las estadísticas ofrecen números, índices, porcentajes, etc… que pretenden mostrar la realidad de lo que acontece a nivel delincuencial.  Cualquier ciudadano entiende  el aumento o disminución de la cantidad de infracciones penales en números absolutos, pero, sin embargo, existe un concepto que recoge más acertadamente lo que cualquier persona percibe. Porque la percepción del delito a menudo no va aparejada con la disminución de la tasa delictiva, sino que, paradójicamente, con menores tasas de criminalidad el ciudadano puede percibir subjetivamente un mayor miedo al delito.
Más allá, la plasmación sobre un mapa de aquellos lugares en que ocurren los hechos delictivos se convierte en una herramienta que permite conocer o plantear hipótesis sobre  su origen, causas y, aún, posibles soluciones. Pero para ello, es básico realizar previamente un análisis de los datos estadísticos para posteriormente obtener un diagnóstico que permita identificar el problema, sus causas y que permita proponer soluciones.

Como se ve, se parte aquí de una perspectiva securitaria  de índole preventiva más más allá de  la tradicional reactiva.
Por supuesto que en los presupuestos de partida, en el enfoque con que se tomen los datos estará implícito también el sentido interpretativo que tendrán los mismos.
Por ejemplo, cuando se analizan las infracciones penales contra las personas de una demarcación policial concreta aparecerá un número absoluto que sumará los delitos y las faltas, aparecerá un porcentaje que nos indicará la evolución temporal del índice por meses o por años, pero escasamente una información mayor y más rica. Sin embargo, cuando los datos se desagregan por sexos, edades, formación académica, nivel económico, lugar donde viven los afectados o donde ocurren los  hechos, obtenemos una idea más precisa que ayuda al investigador a formar una imagen más cabal del hecho delictivo, de sus posibles causas y, por qué no, soluciones posibles.
Pues bien, este el presupuesto teórico del que partí cuando hace unos cuatro años realicé para una demarcación concreta un análisis desagregado de los datos, análisis que dura incluso hoy y que está en marcha. En el análisis de los datos es curioso obsevar como la mayoría de las infracciones penales relativas a las personas ocurren en un alto porcentaje en áreas concretas del espacio urbano: los jardines, parques o simplemente la vía  pública, pero cuando analizamos el sexo vemos que sus protagonistas son femeninas en una mayoría; sin embargo, cuando los autores son hombres los hechos a menudo revisten el carácter de delitos y su ocurrencia está más relacionada con lugares de ocio (bares, clubs de alterne, discotecas, pubs, etc…) aunque también con los espacios públicos.  Como se aprecia,  el análisis del fenómeno cruzando las variables lugar de ocurrencia y sexo arroja una primera aproximación a la naturaleza del fenómeno.
No obstante, cuando a esto se añade la variable lugar de residencia el fenómeno analizado cobra un matiz social indudable. La residencia indica en los casos de faltas contra las personas que en un amplio porcentaje se producen entre personas que viven en viviendas sociales, lo cual nos sitúa ante otro aspecto a reseñar: el económico. Que la mayoría de autores y/o víctimas residan en este tipo de viviendas nos lleva a una primera reflexión: la de que precisamente en  esa circunstancia reside una de las causas del problema. No es baladí afirmar también que si se estima otra variable como la del nivel de instrucción de las personas involucradas en estos hechos observaremos también en un amplio margen que el nivel de estudios es básico. 
Todo ello puede llevar a proponer la hipótesis de que las personas que viven en ese tipo de viviendas con un nivel económico y cultural similar tienen un mayor índice de infracciones penales contra las personas derivadas entre otras cosas de que posiblemente la falta de otras habilidades sociales haga que los problemas interpersonales se resuelvan de forma tan expeditiva.
En muchas  poblaciones se ha promovido una política pública de vivienda que ha desembocado en la guettización debido a la promoción de viviendas denominadas sociales en aquellos lugares en que el precio del suelo era más barato y seguramente realizadas bajo el criterio de economía de costes, de tal forma que personas con un perfil socioeconómico similar ocupan dichas viviendas haciendo que los problemas se amplifiquen dado que se pueden generar ciertos  problemas de convivencia entre los habitantes de las mismas. De hecho, cuando situamos en un mapa urbano los lugares donde viven sus protagonistas observamos que, como decíamos, el dato simple de la dirección adquiere toda su entidad ya que de ese modo se evidencian las densidades en aquellas promociones de viviendas que jalonan el espacio urbano o en los espacios públicos próximos a ellas.
No es gratuito hacer estas observaciones y focalizar estas problemáticas desde esta perspectiva ya que conociéndolas se pueden establecer políticas preventivas a medio y largo plazo. Medidas como que la política de vivienda pública pase por la promoción y subvención para reformar viviendas dentro del casco antiguo de las ciudades de forma que se evite la guettización;  estimular el movimiento vecinal; analizar la posibilidad de poner en marcha una escuela de padres para a muy largo plazo tratar de influir en los más pequeños a través de los padres; analizar los condicionantes físicos de los lugares con mayor densidad de este tipo delictivo para desde la perspectiva de los CPTED mejorar en la medida de lo posible el espacio urbano vivido y en definitiva encaminar las diversas medidas hacia la consecución de una mejor calidad de vida de los ciudadanos para lograr ex ante una mayor seguridad subjetiva.

En definitiva, mantengo que el análisis estadístico desagregado y analizándolo desde esa perspectiva espacial puede ayudar a entender el origen, las causas de los problemas sociales en el ámbito de la seguridad ciudadana pero entendiendo que las soluciones a los mismos deben ser transversales y que se debe superar el concepto represivo de la seguridad pública por otro de carácter marcadamente preventivo. Para ello, todos los entes sociales formales e informales pueden aunar sus esfuerzos para un fin común.


NOTA:  Estos análisis e hipótesis son solamente eso, especulativos, teniendo en cuenta que sus conclusiones no son extrapolables fuera del ámbito nacional y que se enmarcan en el ámbito competencial de la Guardia Civil.

martes, 21 de mayo de 2013


En el campo español soplan aires de Far West

Cada hora se producen tres atracos en explotaciones agrícolas y ganaderas


Guardas forestales armados vigilan la recogida de aceituna en una finca de Córdoba, tras las denuncias de robos. / JUAN MANUEL VACAS

Una pregunta se hacen estos días los vecinos de algunos pueblos de Ourense cercanos a la frontera con Portugal: ¿quiénes se comerán los 15.000 kilos de carne que saldrán de los casi 100 terneros que ha robado una banda de cuatreros? Se los llevaban de 13 en 13 hasta que hace unos días se superaron: 53 de un golpe. El campo español tiene un aire a far west de un tiempo a esta parte, con sus patrullas armadas, sus vigilantes con pistola y cuatreros que nadie conoce.
En el mejor de los supuestos, cada hora se producen tres asaltos en el campo español. Probablemente, en localidades del sur y el este de España. Y, si hubiera que afinar más, serían Almería y Valencia las provincias más afectadas. Se trata de una violencia discreta y sorda (de baja intensidad, añaden los técnicos en su argot) porque el mundo rural no tiene el altavoz de las grandes poblaciones. Es una plaga que dura cuatro años. Lo más peligroso, sin embargo, es que lo sustraído entra en la cadena de consumo, bien a través de mercados de segunda mano, de venta ambulante o del circuito convencional.