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jueves, 11 de septiembre de 2014

jueves, 10 de julio de 2014

El derecho a la Ciudad y la revolucion urbana. David Harvey


El derecho a la ciudad y la revolución urbana anti-capitalista. Entrevista con David Harvey

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Por: Lina Magalhães *


1. ¿Para usted, cuál es el elemento central del concepto Derecho a la Ciudad?
Harvey: Es el derecho de hacer la ciudad de la manera que queremos/deseamos. El no tener alrededor de nosotros las fuerzas de la acumulación del capital y este tipo de ciudad que emerge de una muy poderosa elite que esencialmente construye la ciudad de acuerdo con sus propios deseos y el resto tiene que vivir en ella. Entonces el Derecho a la Ciudad es el derecho de todos debatir el tipo de ciudad de sus sueños.


2. ¿Entonces se puede decir que el Derecho a la Ciudad está estrictamente vinculado al movimiento anticapitalista?
Harvey: El Derecho a la Ciudad es en sí mismo “anti”, el apoderamiento de las clases altas y del capital, pero si él es completamente anti-capitalista es otra cuestión. Existen personas que creen que el capitalismo puede ser construido a partir de tarifas justas, a través de la justicia. Yo no creo en eso. Para mí el concepto de Derecho a la Ciudad es inherentemente y finalmente anti-capitalista, pero esta es mi opinión personal.


3. ¿Por qué es tan importante rescatar hoy en día el concepto de Derecho a la Ciudad, elaborado en los años 60’ por Henri Lefebvre?
Harvey: Yo creo que una buena idea es que el concepto nunca desaparezca. Una de las funciones que nosotros los académicos debemos hacer es preservar buenas formas de conocimientos y yo creo que esta es una buena forma de conocimiento que merece ser preservada. Lo interesante para mí cuando empecé a pensar en cómo preservar este concepto fue que esta idea también ya estaba allá en las calles. Y cuando Lefebvre escribió que el Derecho a la Ciudad era un tipo de demanda que venía de las calles, yo estaba muy interesado en ver que no solo en la ciudad de Nueva York, donde hay un movimiento fuerte por el Derecho a la Ciudad, sino que también en todo el mundo se demanda por el Derecho a la Ciudad.
Tú lo puedes encontrar en Alemania, en Brasil, Sudáfrica, en todo lugar. Eso es intuitivo. Yo creo que de la misma manera las personas en un barrio quieren tener una especie, un sentido de, no exactamente de propiedad del barrio, sino una especie de contribución, de ser alguien ahí, y hacer algo ahí, lo mismo pasa en las ciudades. Yo creo que este es un concepto intuitivo que no desaparece.


4. ¿Cuál es la importancia de este concepto para los movimientos sociales urbanos actuales? ¿Cuál es la relación entre el concepto de Derecho a la Ciudad y los movimientos sociales urbanos?
Harvey: Yo siempre argumenté que los movimientos sociales urbanos son una parte vital de la lucha anticapitalista. Y en el grado que los movimientos sociales comienzan a pensar no solo en las luchas particulares como la anti-gentrificación, o luchas en torno a la educación, a la salud, a los espacios públicos, y etc. El grado en que los movimientos urbanos comienzan a pensar la ciudad como un todo, me parece que llega a un potencial movimiento que puede ser una parte vital de cualquier lucha anti-capitalista, y entonces ellos mismos comienzan a demandar tipos diferentes de ciudades, ciudades no dominadas por el capital, y tampoco dominadas por la búsqueda de lucros, pero dominadas por la búsqueda a la creación de un ambiente que sea abierto a actividades creativas y placenteras.


5. ¿Entonces esta debe ser la estrategia principal de los movimientos sociales urbanos, es decir, reunirse alrededor del concepto de Derecho a la Ciudad y no estar separados en demandas individuales?
Harvey: Yo pienso que cuando los movimientos sociales perciban que ellos mejoran, se profundizan, y se amplían en sus propias causas cuando despierten a otras causas, es cuando surge la idea de hablar de la ciudad como un todo. Pero muchos movimientos encuentran difícil hacer eso. Yo estuve muy cerca de algunos movimientos, y si estas involucrado en un grupo comunitario, las personas dedican 24 horas por día trabajando en esta cuestión, y ellos simplemente no tienen tiempo de pensar como expandir ese movimiento. Cuando hablas con ellos, te dicen “si, es una buena idea, pero no tenemos tiempo para hacer eso”. Yo pienso que si es difícil. Una cosa que intenté hacer como académico fue organizar reuniones dentro y fuera de la universidad con diferentes grupos para que pudiesen dedicar algún tiempo hablando entre ellos. Algunas veces eso ayuda, otras no. Así son los movimientos sociales.


6. ¿Considerando por ejemplo la experiencia del movimiento de la Reforma Urbana en Brasil -que en su trayectoria cometió algunos errores y fracasó en algunos puntos-si usted pudiera aconsejar estos movimientos, que errores pasados deberían evitar?
Harvey: Es muy difícil no cometer los mismos errores. ¡Yo hago eso todo el tiempo! Pero si supiéramos claramente, exactamente lo que deberíamos hacer, entonces sería fácil. El hecho es que actualmente no creo que los movimientos políticos tengan una buena idea de lo que claramente deben hacer. Entonces ellos están buscando, intentando eso, intentando aquello, y entonces es inevitable que no repitan los errores.
La otra cosa respecto a los actuales movimientos sociales es que muchos de ellos no son muy permanentes, son volátiles, efímeros, movimientos que son fuertes en un momento específico y en dos, tres años fracasan, dejan de existir. Y yo pienso que ningún tipo de movimiento social hoy en día posee una organización sólida y permanente que pueda de hecho militar en un futuro lejano. Y eso es verdad incluso en movimientos muy fuertes. En Brasil, por ejemplo, el MST no es tan fuerte hoy como una vez lo fue. Pasó por ciertos cambios, quizás para mejor, quizás no. Yo pienso que los movimientos sociales tienden a perder el flujo y mi impresión en muchas partes del mundo hoy en día es que los movimientos no están tan fuertes, vigorosos como un día lo fueron, quizás en 10 años atrás. La elección de Lula en Brasil cambió el rumbo de algunos movimientos sociales. Aquí, en Ecuador, pasa lo mismo.


7. Ayer usted dijo que la Revolución Urbana es una cuestión fundamental, ¿Por qué es fundamental? ¿Qué es lo que necesitamos de la Revolución Urbana?
Harvey: Una de las cosas que Lefebvre señala allá atrás en los años 60’s-70’s en su libro “La Revolución Urbana”, es el proceso global de urbanización. Y si miras las grandes empresas de la construcción, el diseño de los bancos aquí en Quito, o en Buenos Aires, o en Berlín, se nota que realmente se trata de un proceso global de urbanización. Y eso es un proceso revolucionario. Pero un proceso revolucionario impulsado por el capital. Y si miras lo que pasó con lugares que, a mí modo de ver, una vez fueron lindos y atractivos como Barcelona, tú ves que fueron arruinados por este proceso de urbanización capitalista vigente. Eso es un proceso revolucionario, pero un proceso revolucionario negativo.
Yo estoy muy interesado en la idea de que si el capital puede tener una revolución urbana, una revolución urbana global, ¿Por qué no podemos tener una revolución urbana contraria, una revolución de las personas contra este estilo de urbanización, que está expulsando a las personas de los lugares valiosos, que está empujando la gente al entorno ¿Es que ellos no tienen el derecho al espacio? Ellos tienen que salir de la capital, la tierra debe ser expuesta a los grandes investimentos, objetivando la máxima rentabilidad. Y con la alta renta del suelo en las grandes ciudades del mundo hay muchas personas que no encuentran un lugar para vivir. Eso pasa en Nueva York, São Paulo, Río de Janeiro, en Quito, en todo lugar. Esa es la naturaleza universal de lo que es la revolución urbana para el capital. Y esa revolución necesita ser revertida de alguna manera.


8. Quizás estamos caminando a una Revolución Urbana, a partir de las grandes movilizaciones que irrumpieron en Brasil en junio, en el mismo momento también en Estambul. ¿Podríamos decir que estamos construyendo esta consciencia de una Revolución Urbana anti-capital?
Harvey: Yo creo que es muy importante para la Izquierda darse cuenta de este proceso, de que estos movimientos urbanos tienen un gran potencial de Revolución Urbana. Yo pienso que lo que hemos visto en los últimos años es una revuelta global contra lo que está ocurriendo en las principales las ciudades del mundo. Y cuanto más la Izquierda vea eso, en lugar de hablar de “trabajadores del mundo uníos”, sería “ciudadanos urbanos del mundo uníos” en torno de un concepto diferente de urbanización. Me gustaría que la izquierda pusiese más atención en estos levantamientos. Por otro lado, lo que vemos son estas irrupciones y tres años después no hay ni trazo, ya se han ido. Existe ese problema de continuidad del movimiento anti-capitalista. Pienso que uno de los males es el producto, la naturaleza del proceso capitalista en el cual estamos. El capitalismo es creado del mismo modo que su forma de oposición, que es efímera, incapaz de expresarse en largos plazos.


9. Usted menciona la Izquierda, sin embargo yo siento que estos nuevos movimientos no están asociados a un partido político, a una ideología política. Por ejemplo, en Brasil, en las principales capitales del país, vimos un movimiento autónomo, independiente e incluso que rechaza la asociación a la izquierda. En Brasil se habla ahora de una crisis de la Izquierda, del propio PT (Partido de los Trabajadores de Brasil). ¿Usted entonces considera que esta sería una característica de los nuevos movimientos sociales, de no estar asociado a ninguna ideología o partido político?
Harvey: Sí. Eso es verdad. En el Occupy y en otros movimientos que hemos visto, siento que hay cierta frustración con la izquierda tradicional por no tener una respuesta a varias cuestiones. Con la izquierda tradicional en el poder, como es el caso del PT en Brasil, existe una sensación de que las expectativas no fueron cumplidas. Incluso cuando el partido realiza ciertas políticas de redistribución, la Izquierda en Latinoamérica no desafió los modelos dominantes de acumulación. Lo que hacen es tratar de orquestar actividades distributivas. Eso ocurre en Ecuador, ellos dicen intentar salir del modelo extractivista pero en verdad ellos siguen dependiendo de eso. En Brasil ocurrió cierta redistribución, pero finalmente no desafió las formas dominantes de poder. Entonces hay una cierta frustración con la izquierda tradicional, y creo que las personas ven eso. Esa es la expresión de una profunda frustración con la izquierda tradicional. Sin embargo empezamos a ver la posibilidad de construcción de nuevos partidos y un nuevo sistema político que quizás puedan responder a esto.


10. ¿Entonces estos movimientos no necesitan estar vinculados a ningún partido político?
Harvey: Es siempre peligrosa la manera en que estos movimientos, volátiles y efímeros, trabajan, porque están siempre vulnerables a la captación por líderes carismáticos que les puede llevar a esta o aquella dirección. Lo que estamos viendo es el surgimiento de estos partidos locos en Europa, donde líderes carismáticos intentan captar lo que está ocurriendo en las calles. Entonces debe haber un movimiento hacia una forma más permanente de organización y una visión más permanente del proyecto político, del proyecto político global que tiene que ser. Nosotros no vemos esto ahora, pero creo que algo así tiene que surgir si realmente queremos estar aptos a desafiar el poder globalizado del sistema capitalista.


*Grupo de investigación de Derecho a la Ciudad, Flacso-E
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viernes, 13 de junio de 2014

Balance de Criminalidad 2014


Balance de la Criminalidad 2014 .

El Balance Trimestral de Criminalidad desglosa los datos según las infracciones penales, delitos y faltas, registradas no solo a nivel nacional, sino también por Comunidades Autónomas y provincias. Además, y por primera vez, se facilitan datos de las capitales de provincia y de las localidades con población superior a 50.000 habitantes (según padrón oficial del Instituto Nacional de Estadística a fecha 01 de enero de 2013).
El informe trimestral sobre la evolución de la criminalidad se basa en los datos suministrados por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (Cuerpo Nacional de Policía y Guardia Civil), las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad dependientes de las Comunidades Autónomas (Ertzaintza, Mossos d'Esquadra y Policía Foral de Navarra) y aquellos Cuerpos de Policía Local que facilitan datos. De esta forma, los datos presentados muestran una imagen más acorde y aproximada a la realidad de la incidencia de la criminalidad en España.
Los indicadores de seguridad que se especifican en este documento comprenden diferentes categorías: cifra total de delitos y faltas, homicidios dolosos y asesinatos consumados, delincuencia violenta, robo con violencia o intimidación, robos con fuerza, sustracción de vehículos a motor, tráfico de drogas, daños y hurtos. Los indicadores que poseen entre paréntesis la sigla "EU" se corresponden con los indicadores de criminalidad utilizados por la Oficina Estadística de la Unión Europea (EUROSTAT).
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Publicador:

Ministerio del Interior.
(MINISTERIO DEL INTERIOR)
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 Categorías:   Seguridad 

domingo, 8 de junio de 2014

Barcelona desgobernada. El País Opinión . 08/06/14

Pocas veces se ha visto una gestión tan desastrosa de un conflicto como el que ha protagonizado el Ayuntamiento de Barcelona en el caso de Can Vies, un edificio propiedad de la empresa metropolitana de transportes situado en zona verde, que se había convertido en símbolo del movimiento okupa tras 17 años de funcionar como centro cívico en régimen de autogestión.


Tras infructuosas negociaciones, el Ayuntamiento ordenó su desalojo y demolición, desencadenando la reacción del movimiento okupa. La intervención de los Mossos d’Esquadra, desmesurada, según las entidades vecinales, pero ajustada a la gravedad de los incidentes según el departamento de Interior, provocó una espiral de protestas que acabaron en violencia. Durante varias noches el barrio ardió y la violencia se extendió más allá de Barcelona.
La actuación municipal ha oscilado entre la criminalización de las protestas y la oferta de diálogo, para terminar cediendo en toda regla. El Ayuntamiento utilizó la fuerza arguyendo la ineludible aplicación de una sentencia que después se permitió ignorar en una evidente claudicación.
Además de incoherencia, el equipo que preside el alcalde Xavier Trias ha hecho exhibición de un pésimo conocimiento de la ciudad y de una escasa sensibilidad ante el malestar de fondo que se vive en sus barrios. Pero al final, tanto las autoridades municipales como las gubernativas de la Generalitat han ofrecido idéntica imagen de torpeza y de debilidad. Después de hacer ostentación de una idea rígida y en ocasiones arbitraria y excesiva del orden público, han pasado a un tacticismo oportunista que les deja exhaustos y sin estrategia.
El mismo día en que se ordenó el desalojo dimitió el director de los Mossos tras perder el apoyo de ERC, el partido que tiene un pacto parlamentario con Artur Mas para la consulta, pero, a la vez, desde la oposición, dirige la movilización soberanista en la calle. Esta dualidad también la vive el alcalde Trias, subordinado a la fuerza política que le atornilla pensando en quitarle la alcaldía en las próximas municipales.
Tanto el alcalde barcelonés como el presidente Mas se hallan atenazados por el mismo síndrome de los gobernantes acomplejados, atentos exclusivamente a la reacción de la calle y a la hábil vigilancia de unos socios que hacen de Gobierno en lo que sirve a su prestigio y de oposición en las decisiones impopulares. Nada se entiende sin el obsesivo lugar que ocupa el proyecto soberanista en la cabeza de quienes gobiernan a ambos lados de la plaza de Sant Jaume, deslumbrados por su propia propaganda acerca de esa panacea independentista que resolverá todos los males e incapaces, mientras tanto, de gobernar en el día a día con un mínimo de coherencia.

jueves, 29 de mayo de 2014

Disturbios en Barcelona. ¿Violencia urbana o destrucción de factores de cohesión social?



CLARA BLANCHAR. EL PAÍS Cataluña, 29/05/14.http://ccaa.elpais.com/ccaa/2014/05/28/catalunya/1401308965_028730.html
“La política es el arte de resolver, y aquí se ha creado un problema a muchos niveles: de seguridad, de borrar un espacio de encuentro, de cohesión, de formación… Con tanta gente descolgándose del sistema, Can Vies no era un problema, sino parte de la solución”. Habla Gemma Galdón, profesora de Políticas y Tecnologías de Seguridad de la Universidad de Barcelona. “Todo el mundo sabía que tocar esto era tocar hueso”, concluye. Como Galdón, media docena de voces de peso en la ciudad coinciden en que Can Vies ha sido un símbolo de la Barcelona popular y que este papel explica la extensión del rechazo a su desalojo por los barrios.
Sociólogos, antropólogos, politólogos, juristas, académicos y activistas coinciden en tachar de “grave error” la decisión del Ayuntamiento de acabar con este centro social, cuyos 17 años de existencia son un referente. También la Federación de Asociaciones de Vecinos (FAVB), la Síndica de Greuges y los partidos de la oposición (PSC, ERC e ICV) critican el desalojo y piden diálogo al alcalde Xavier Trias (CiU).
El politólogo Joan Subirats también cuestiona la decisión. “Can Vies es un capital simbólico. Un centro que ha evolucionado de una casa okupacerrada a tejer vínculos con el resto de plataformas de la ciudad. No es casualidad que albergara a más de 50 entidades: desde un medio de comunicación alternativo como La Burxa a asociaciones de cultura tradicional como bastoners”, afirma. “Imaginarse que tocaban solamente un centro social, sin conocer sus raíces es un error enorme que muestra un gran desconocimiento de la ciudad, no han entendido nada”, reprocha al Ayuntamiento.“Una ciudad donde están pasando muchas cosas”, recuerda y donde las sinergias entre los movimientos sociales y los sectores profesionales o la economía social y cooperativa ganan peso.
En la otra punta de la ciudad, L'Harmonia o Flor de Maig son iniciativas recientes de recuperación, todavía en curso en el primer caso, de espacios autogestionados por vecinos, entidades y por proyectos cooperativos en barrios distantes de Sants como Sant Andreu o Poblenou. Además, en estos dos espacios el Ayuntamiento ha dialogado con sus promotores. “Es muy contradictorio porque el Ayuntamiento da señales de que tiene otras formas de hacer, aunque con la otra mano siga con sus reformas del paseo de Gràcia o Diagonal”, apunta Subirats, que subraya que sobre el solar de Can Vies “no hay ningún proyecto. ¿Era urgente? ¿Prioritario?”, inquiere.

Los cascotes de Can Vies evocan el solar de lo que fue otro espacio ocupado, Miles de Viviendas, en la Barceloneta. Desalojado sin orden judicial y derribado sin permiso, el Ayuntamiento, entonces socialista, se afanó en asegurar que albergaría pisos sociales. Sigue vacío con la paradoja de que forma parte del plan de adecentamiento de espacios vacíos.
Lo vivió de cerca la activista Gala Pin, que defiende “los ejemplos de autogestión fuera de los cauces del Ayuntamiento, que trabajan en red y que sería importante valorar”. Pin abunda en la crítica al Ayuntamiento: “Si como concejal del barrio y como alcalde no sabes predecir que pasaría, es que no conoces la ciudad y no tienes capacidad para gobernarla”.
El día y hora elegidos para desalojar Can Vies tampoco son casuales, subrayan las voces consultadas. Fue el día después de las elecciones europeas. Otro dato que contribuye a enervar la situación: Ayer se conoció la sentencia del caso del hotel del Palau de la Música, un caso de corrupción que ha llegado a los tribunales por la movilización vecinal y en el que los responsables municipales han resultado absueltos.

Can Vies no era un problema, sino parte de la solución
“Igual es exagerado hablar de un Gamonal, pero el trasfondo sí es parecido y el desalojo ha sido la chispa”, considera el abogado Jaume Asens. Recuerda que desde la ocupación hace 17 años, “el movimiento okupa ha evolucionado hacia un perfil más amplio y la máxima prueba es el intento de dar viabilidad al espacio. La crisis también ha normalizado la práctica de la ocupación, ha hecho que ocupar no algo de una minoría”, añade Asens.
El antropólogo Manuel Delgado está convencido de que “las grandes luchas por la ciudad se librarán en los barrios, que tienen la palabra del malestar y el cabreo”, y que considera “el escenario heredero de los conflictos clásicos de las fábricas”. Sí ve un efecto Gamonal en la extensión del malestar por el desalojo. De Can Vies celebra el “valor público de lo social y colectivo, lo que en términos de mercado no vale nada, pero articula los barrios”. Sobre la actitud vandálica de algunos manifestantes, apunta: “La violencia es parte consustancial de las ciudades”. Pero se pregunta “quién hace más daño, la violencia urbana o la urbanística. Si una es condenable, imagina la otra; una duele, la otra te destroza la vida”.
Desde el Observatorio de los Movimientos Sociales de la Universidad Pompeu Fabra, el profesor Jordi Mir, recuerda que “los episodios de movilización, contestación y enfrentamiento no surgen espontáneamente”, y explica que suele haber dos causas: “Una de fundamento, de malestar que viene de largo, por la forma de hacer del Ayuntamiento, y otra acelerante, el desalojo”.
En nombre de las asociaciones de vecinos de toda la ciudad, la FAVB emitió ayer un durísimo comunicado con el que establece un paralelismo entre “el mapa de las manifestaciones por Can Vies” con “la geografía de las desigualdades y las injusticias que están rompiendo Barcelona” y habla de un “profundo malestar social”. “Este viento de revuelta anuncia una levantada”, advierte.


miércoles, 28 de mayo de 2014

Educación contra Pobreza


No es el peor lugar del mundo, pero sí uno de los peores de Nicaragua y Centroamérica. El colegio tampoco es el mejor del mundo, pero es la puesta en práctica de una idea integral de desarrollo y educación con la mayor calidad posible, en medio de todas las dificultades. Y la pregunta es: ¿Funciona, realmente? O es sólo una idea hermosa en la que creer (la educación como clave del futuro). En un lugar así, al menos, la idea y algunas esperanzas se ponen a prueba.
El barrio tiene 15 años y su nombre, Nueva Vida, va en contra de las estadísticas: el 76% de sus habitantes (más de 10.000) vive en situación de pobreza y más del 40%, extrema; azotado por la violencia, y en particular por los delitos sexuales; miles de viviendas construidas sobre una zona muy erosionada, aguas subterráneas contaminadas; la mayor parte de lapoblación en el desempleo, y otra parte en las maquilas, en un matadero o un basurero cercano (trabajo informal casi siempre).
El colegio, y todo el proyecto, se llaman Redes de Solidaridad. Además del preescolar y la primaria, sus instalaciones se ordenan cuidadosamente para dar cabida a consultas médicas, laboratorio y una pequeña farmacia. En otras dependencias se coordinan iniciativas de participación ciudadana y de comercio sostenible (con microcréditos, por ejemplo). Además de un área de cultivo, hasta hace poco, hubo una fábrica de bloques de cemento y una granja porcina, pero no resultaron sostenibles a largo plazo. Lo demás sigue en pie. Pero, ¿funciona? Las respuestas no serán sencillas ni rotundas. Vamos en busca de ellas, al fondo del barrio.
Para llegar aquí se toma un atajo recién asfaltado, a 12 kilómetros de Managua, que bordea Ciudad Sandino, un municipio con 100.000 habitantes. Antes de desarrollarse como ciudad, era un asentamiento que se fue poblando por oleadas consecutivas de desplazados, a los que se les mencionaba según la naturaleza de los desastres que habían sufrido (los “terremoteados”, “los huracanados”, “los inundados”, etc), además de otras víctimas de la pobreza de las orillas del lago de Managua. Los primeros habitantes de Nueva Vida llegaron tras perderlo todo durante el huracán Mitch a finales de 1998.

Ciudad Sandino creció con la violencia. Para los que viven en Managua, aún es sinónimo de peligro. “Ahí te matan hasta con tortillas”, se dice con la exageración típicamentenica. Y ya en Ciudad Sandino, si preguntas por el barrio desde el automóvil, te miran fijamente: “¿Nueva Vida, dijo?” Ojean si llevas algo de valor y te indican: “Alláaaaaaa al fondo; pero vaya con cuidado, chele, ahí le matan hasta con las hojas de los árboles”.
Alexandra Flores (nicaragüense de Estelí) y Enrique González (español de Valladolid) coordinan el proyecto. ¿Esto funciona? "Podría adornar la respuesta con gráficas de impacto; podríais comprobar por vosotros mismos la aceptación y demanda que tiene nuestro proyecto en la comunidad, así como la calidad de la educación, las condiciones de las instalaciones…, pero al salir de aquí, te encuentras de nuevo con el barrio y no te crees que se está transformando algo. Esto va a paso lento. Lo ideal sería que no estuviéramos ni nosotros ni otras ONG… Pero algo falla cuando en un barrio tan pobre, la gente no quiere enviar a sus hijos al colegio público. O cuando en lugar de ir al centro de salud, prefieren pagar una pequeña cantidad en el dispensario que tenemos aquí", responde González.
Calidad de la Educación
En Nueva Vida, hay varios colegios financiados por organizaciones religiosas, principalmente, y sólo hay un colegio público, que además tiene secundaria. Redes, en cambio, sólo dispone de preescolar y primaria, pero la mayoría prefiere no enviar a sus hijos al público ¿Cuál es la diferencia fundamental entre ambos centros, situados uno casi enfrente del otro? A primera vista, las instalaciones. Antes del inicio de clases, el público parecía un viejo almacén a punto de ser engullido por la maleza. Pero el director del área educativa de Redes, Félix Corea, de 32 años, lo tiene claro: "Es la actitud. Cuatro de nuestros docentes también dan clases en el público. Sabemos que allí, algunos profesores no se preocupan ni en asistir al aula. Sin embargo, de los nuestros no hay ninguno que falte a clase en el público o aquí". Corea advierte que el absentismo del profesorado es un problema nacional.
Además de la actitud de los docentes, el director señala que la implicación de los padres es fundamental, gracias a un esfuerzo constante de comunicación con ellos, nada fácil en un barrio con problemas tan acuciantes como la comida del día. Y pone como ejemplo una reunión que se convocó a las siete de la mañana y a la que asistieron casi 200 padres. Eso no suele verse en un colegio público.
De momento, las iniciativas para elevar la calidad de la enseñanza en Redes se centran en más formación del profesorado, menos niños por aula, y mejora del material didáctico, entre otros elementos. La precariedad del entorno dificulta que aquí se hable de calidad educativa pero, en palabras de González, ése es el precio de sentir que se está “trabajando para el futuro de quienes no creen tener un presente”. Sin embargo, la primera gran dificultad, como apunta Corea, es el escaso presupuesto a la educación en el país y la formación del profesorado.
En realidad, los presupuestos de la enseñanza y el porcentaje del PIB que Nicaragua destina a la educación se han incrementado ligeramente en los últimos años. Pero la situación de partida es tan mala que algunas estimaciones apuntan a la necesidad de más de un 7% del PIB para conseguir un nivel básico de calidad educativa para empezar a soñar. A Nicaragua aún le queda bastante hasta llegar a esa cifra. En otros países, como en Costa Rica, la educación representa más del 6% del PIB, con un nivel básico muy superior.
El salario de los maestros nicaragüenses, que pocas veces sobrepasa los 200 dólares al mes, como el de los trabajadores del sector textil, agrícola o doméstico, hace que los más cualificados elijan dedicarse a otra cosa, a costa de su vocación. En Redes, los profesores no cobran más que en el colegio público. González se lamenta y lo define abiertamente como “un salario de hambre”. La mayoría de los docentes trata de compaginar varios trabajos para ir tirando. Redes es un colegio privado, pero gratis para sus alumnos. Con el fin de paliar parcialmente la situación, el centro ha incrementado considerablemente las horas de formación, más de 200, a profesores con el apoyo de organizaciones voluntarias como Managua Hub, por ejemplo, un grupo de jóvenes profesionales que colaboran en la evaluación y mejora de la calidad de la educación de algunos centros. También se aprovecha la estancia de voluntarios que vienen de otros países (a veces por períodos de un mes o un año).
El barrio por dentro

En la consulta de Redes, la doctora Aritza Sirias está atendiendo a una madre y su hija adolescente. La muchacha, Joseline, tuvo un bebé hace un mes y medio. Se llama Moisés. La madre de Joseline también tuvo un niño hace siete meses, convirtiéndose en madre y abuela en un tiempo récord. La doctora nos explica que, en este barrio, el embarazo adolescente ha crecido mucho, y las muchachas suelen interrumpir o abandonar los estudios. Pero Joseline está decidida a no dejar el cuarto año de Secundaria. Al lado de la consulta, en el laboratorio, a la bióloga Gabriela López le llama la atención la frecuencia con que detecta a muchas personas del barrio con insuficiencia renal crónica en un estado muy avanzado; se trata, sobre todo, de extrabajadores temporeros de plantaciones bananeras y de caña de azúcar. También ha analizado muchos casos de VIH.
Sobre todas estas cosas y las que ocurren en el país, Enrique González suele actualizar un blog en el que se hace eco no sólo de las noticias del barrio sino de toda la realidad que afecta a la educación y al desarrollo en el país. Un cauce abierto para el desagüe de las lluvias y las aguas negras delimita un extremo del barrio. En el opuesto, la maquila. Al basurero, se le conoce como La Churequita, en recuerdo de uno de los mayores basureros de América Latina que se ubicaba junto al lago de Managua (La Chureca), de donde proceden muchos vecinos de Nueva Vida, cuya vida y trabajos han transcurrido entre deshechos.
En el recorrido, ahora nos acompaña Alexandra, que acaba de volver de una reunión con la policía para tratar varios asuntos y, entre ellos, el del asesinato acontecido el pasado fin de semana. Pero le hicieron esperar más de dos horas para nada. Con esta ya van innumerables ocasiones. Alexandra no se da por vencida y sigue llamando al oficial para una nueva reunión. La comisaría, que lleva un año en el barrio, es fruto del trabajo colectivo de las promotoras del barrio coordinadas por Redes. "Estamos esperando que nos muestren datos para saber si ha valido la pena tener presencia policial. Pero la respuesta de la policía es siempre la misma: 'La semana que viene”, comenta Alexandra.
Elisabeth Santana no espera en su casa. Es enérgica, y tiene una voz aguda, de tono nervioso y suave. Suele acompañar a las mujeres maltratadas o a las víctimas de todo tipo de violencia a poner la denuncia en la policía. Y eso a pesar del riesgo porque, según nos explica, no se suele cuidar la confidencialidad en los procesos de denuncia. Es promotora comunitaria. Tiene 31 años, y cuida de dos hijas y una hermana pequeña. Llegó a Nueva Vida un año después del Mitch con el padre de sus hijas. Pero aquí, el hombre terminó por volverse toxicómano. Ella no tuvo más remedio que separarse. Ahora convive un compañero nuevo. “Buen hombre”, asegura. Le preguntamos dónde duermen. Las niñas en el cuarto; Elisabeth y su compañero en la salita, el lugar en el que estamos haciendo la entrevista. Por la noche, ella y él halan las hamacas que están anudadas cerca del techo de cinc y se tumban. "Es que yo soy una mujer de armas tomar… Prefiero que se mantenga alejado del cuarto de las niñas, donde yo pueda verlo". Y explica: "Yo le quiero. Es buen hombre, pero…Nunca se sabe". Y suelta el aire como si lo hubiera retenido mucho tiempo.
¿Pero funcionará?
No es el peor lugar del mundo, pero aquí los jóvenes transitan entre una maquila y un basurero como únicos horizontes, una mujer duerme con los ojos abiertos para que su compañero no entre en el cuarto de sus hijas, la policía apenas incide en la seguridad del barrio, el miedo y la precariedad se baten con los que promueven la organización comunitaria.
Pero hay historias que alimentan el optimismo: la evolución personal de quienes aprovecharon la ayuda brindada, o la participación decenas de padres en la educación de sus hijos. Además, este año se acaba de establecer una red de salud comunitaria, y la alcaldía ha anunciado el traslado del basurero a otro lugar más lejano, además de un proyecto de alcantarillado, lo que mejorará sin duda las condiciones higiénicas y sanitarias.