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lunes, 23 de diciembre de 2013



Un polígono poliédrico. A propósito de la barriada de las 3000  de Sevilla.


 
Aquí os dejo una entrada de un artículo publicado en el diario El Mundo en su edición andaluza de Sevilla. En él se tratan temas que ya aparecen en el último post como por ejemplo las promociones de viviendas sociales y por otro se entreven asuntos ya tratados en este blog sobre el papel de la comunidad y su impulso por las autoridades y también aspectos propios del enfoque securitario del CPTED. Espero que sea interesante.



 
El comisionado creado para la normalización del área sur de Sevilla cumple 10 años sin erradicar el tráfico de drogas.

EL MUNDO, día 08/11/2013.
 
En el Polígono Sur de Sevilla lo malo resta fácil y lo bueno suma difícil. El tráfico de drogas, la impunidad inherente a una parte de su territorio y dos muertes de menores por disparos en estos últimos cinco años se suman a la trayectoria histórica de tratamiento desigual a sus habitantes, una combinación que tiñe de negro el tesón en el trabajo diario de vecinos, asociaciones, instituciones y técnicos. Su esfuerzo ha conseguido que los cerca de 50.000 residentes estimados —solo hay censados 35.000— en los seis barrios que conforman el polígono, popularmente llamado las Tres Mil Viviendas, conozcan tanto sus derechos como sus obligaciones.







Con fecha del 24 de octubre de 2003, se aprobó en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA) la creación del Comisionado para el Polígono Sur, en el que Ayuntamiento, Junta y Gobierno central confluirían en un equipo para agilizar la interlocución entre Administraciones “que permita la mejor solución a los problemas de marginalidad social, seguridad, empleo, asuntos sociales y vivienda, entre otros [...]”, según se lee en el decreto. Casi el mismo día, 10 años después, la psicóloga María del Mar González asume el cargo de comisionada en Sevilla. Como ella declara, tiene muchos retos por delante.

Se enfrenta a 145 hectáreas arrinconadas contra el muro que flanquea a una vía férrea, unas naves industriales y una carretera sin accesos ni salidas; a cerca de 15.000 personas sin censar; a más de 2.000 viviendas sin titularidad regularizada —que suponen un 28% de las 7.537 viviendas de cinco de los barrios, según datos de 2011— y a una población tradicionalmente estigmatizada por la ciudad, castigada por las Administraciones y, por ende, ajena a los servicios públicos.






El tráfico de drogas sobrevive asentado entre algunas calles aisladas desde los años setenta. Ningún político, de ningún color, ni las fuerzas del orden han erradicado lo que la portavoz de la plataforma vecinal Nosotros También Somos Sevilla, Rosario García, denomina como “lo gordo”. “Hasta que lo gordo no se erradique, todo lo bueno que se haga aquí estará eclipsado. Y en parte es normal, eso existe y hay que eliminarlo, pero parece que no interesa”, reivindica desde hace 30 años.

La pregunta es concreta: ¿Por qué no se ha resuelto el narcotráfico en este tiempo? La respuesta no está tan clara. “Es un cáncer que sufre el barrio como víctima pero que tiene su origen en otras zonas de la ciudad, en gente que nunca será detenida, como los consumidores. ¿Cómo se extirparía? Lo fácil sería más policía y más cárcel, pero no solo se resuelve así, hay que introducir legislación y además una acción transformadora liderada por la política urbana. Todos los sevillanos somos responsables de esta situación”, reflexiona el investigador Francisco José Torres, cuya tesis doctoral ganó el premio Focus Abengoa en 2010 de temas sobre Sevilla. Se titula El análisis territorial aplicado al estudio de zonas urbanas marginadas. El caso del Polígono Sur en Sevilla.
Torres plantea que es una cuestión muy difícil y complicada. “En este tiempo no ha habido una asimilación por parte de los poderes públicos de la verdadera complejidad del tema, si de verdad quiere resolverse esta situación tiene que abordarse como un problema de ciudad, no de barrio”, considera.

Un punto clave ha sido la muerte por disparos de una menor el pasado agosto en la barriada Martínez Montañés, la más conflictiva. “Desde el accidente, se ha intensificado la presencia policial, se han concentrado las acciones y se han agilizado todos los trámites judiciales para que la policía pueda acceder a los puntos negros que ya teníamos elaborados”, explica Montserrat Rosa, directora técnica del Comisionado del Polígono Sur. “Se ha sufrido la dejación de la Administración durante muchas décadas y eso es un lastre muy complicado de solucionar. Pero en los últimos años ha ido disminuyendo el tráfico, aquí hay ya muy pocas familias que vivan de la venta de drogas”, asegura Rosa.

“Lo que hay es un supermercado de la droga, está concentrado y sirve para que el resto de la sociedad estemos tranquilos”, resume Juan Blanco, director de la Residencia Universitaria Flora Tristán, que también cumple este año su décimo aniversario en la zona. En esa línea, Rosario García define al Polígono Sur como el trastero de Sevilla. “Aquí está concentrado lo gordo, quitarlo supondría que se pudiera dispersar el mercado por Los Remedios o Triana… y eso no conviene tanto. Esto es el trastero donde se guarda el escobón, el recogedor, lo que no se quiere que se vea en la casa”, ilustra.

Pero contra esta oscuridad intencionada en la barriada Martínez Montañés, también conocida como Las Vegas, están las decenas de actividades que los vecinos, instituciones y Administraciones incluidas organizan constantemente para que se les conozca. La Residencia Universitaria Flora Tristán, que cuenta con 220 alumnos por curso y depende de la Universidad Pablo de Olavide, es ejemplo de una apuesta que ha funcionado con éxito. “En estos años ha sido fundamental la reconquista del territorio, las calles ya no están tapiadas para el consumo de drogas, ahora ves tiendas, bares con terrazas abarrotadas de personas tomando tapitas al sol y macetas en las ventanas”, declara con entusiasmo su director. “También es destacable el trabajo con la comunidad, ya funcionan perfectamente iniciativas vecinales como las de la limpieza de las escaleras, donde los residentes de los bloques se turnan por semanas para limpiarlas, y lo cumplen. Ahora hay que conseguir que las personas no se vayan del barrio cuando consiguen mejorar su situación, sino que se queden. Si no, nunca se progresará”, resume. “Y por supuesto, hay que destacar la necesidad de apertura del barrio a Sevilla. Que la gente venga aquí, por ejemplo instalando recursos públicos necesarios para toda la ciudad. O como vamos a hacer estos días, trayendo espectáculos del Mes de Danza”, cuenta.

Son escenas, ideas y trabajos de transformación social, que llevan tiempo, y también dan resultados. “El Polígono Sur no tiene solo una cara, es un poliedro de muchas caras y algunas son muy luminosas. Hay prácticas educativas muy innovadoras e incluso premiadas”, ha declarado esta semana María del Mar González durante su primera actividad en la calle, en la que los nuevos profesores de los centros educativos, un 12%, y becarios de la residencia Flora Tristán salían de las aulas para acercarse al entorno en el que van a trabajar durante el año. Una de las acciones consistió en escribir sensaciones positivas en el muro del Instituto Domínguez Ortiz. La nueva comisionada escribió con pintura la palabra esperanza. “Realmente la tengo. Tengo esperanza en el barrio. Hay mucha gente que trabaja muy bien aquí y a lo que aspiramos como comisionado es a desaparecer, que no hagamos falta”, declaró con firmeza.

Dos años después de la creación del Comisionado, en 2005, se aprobó en Consejo de Gobierno el Plan Integral para el Polígono Sur, basado en cuatro ejes de actuación integrada: urbanismo y convivencia vecinal; inserción sociolaboral y promoción de la iniciativa económica; intervención socioeducativa y familiar y salud comunitaria.

En esta década de comisionado y ocho años de proceso del plan, las acciones han estado dirigidas hasta junio de este 2013 por Jesús Maeztu, que actualmente ocupa el cargo de defensor del Pueblo Andaluz. “Él ha puesto buena voluntad, pero hace falta la voluntad de las Administraciones y eso no ha funcionado siempre, él tenía que coordinar y tirar para adelante, así posiblemente habríamos tenido mejores resultados en estos 10 años”, considera García que se ha reunido esta semana con la nueva comisionada, cuyo nombramiento se ha postergado durante cinco meses, tiempo que el plan integral ha quedado descabezado.

María del Mar González, que asegura mantener buenas relaciones con las Administraciones, aún está estos días conociendo las calles y estudiando con detenimiento una realidad que arrastra más de 50 años de dejación política, donde los sistemas educativos, de salud y de salubridad y gran parte de los servicios públicos como transporte, limpieza o correos no se han desarrollado en décadas con normalidad y aún se ejecutan con intermitencia.

La nueva comisionada asume el cargo ilusionada, se pasea por las calles y da la mano a los vecinos, que la reciben con buena predisposición. “Voy a dialogar mucho, con las Administraciones y la ciudadanía, hay que vencer los problemas de comunicación, la mediación es lo que nos toca”, declaró esta semana. Su ilusión recuerda a la de Jesús Maeztu hace 10 años. “Cada Administración toca un instrumento y yo voy a dirigir la orquesta y a cuidar de que exista una única partitura para que la toquemos todos y suene afinadamente. Es una tarea difícil pero ilusionante”, dijo Maeztu en octubre de 2003. Lo único que pidió es tiempo. Solicitó en ese momento 10 años para regenerar el barrio más desfavorecido de la ciudad. Ese tiempo acaba de pasar con él al frente. Y ha salido del puesto estimando que se ha resuelto el 50% del plan.

“Lógicamente vemos que se trabaja en ello, que hay muchas personas implicadas en que esto salga adelante, aunque queda mucho por hacer. Y no dudo de que lo conseguiremos, de que terminaré paseando tranquila por mi barrio”, prevé García, que comparte el sentimiento de esperanza con la comisionada y que se muestra decidida a colaborar para que se cumpla el plan integral, ese texto que para la portavoz y las 17 entidades a las que representa su plataforma es el punto de partida y el punto final del bienestar en el Polígono Sur.

“Se tienen que remangar queriendo de verdad que esto cambie. O cambian, o seguiremos con los mismos problemas y el resto de la ciudad dirá que aquí se gasta sin ver resultados”, valora García. En enero de 2008, el concejal de Urbanismo, Emilio Carrillo (PSOE), declaró en sesión plenaria que desde 2003 hasta 2007 se habían invertido 26 millones de euros en regeneración urbana. Posteriormente se, entre otras partidas, se aprobaron 17,7 millones de euros del Plan Urban, que constan de un 70% de financiación europea y un 30% municipal. “Lo que está claro es que las subvenciones no nos van a callar”, añade García, que reconoce también objetivos cumplidos: “Se ha trabajado en lo humano y en lo urbano, se ha abierto un centro de servicios sociales, una escuela de empresas, se han rehabilitado pisos y también se ha mejorado en el absentismo escolar, aunque no tanto en el fracaso en la escuela”.
Aun sin tener datos del censo del polígono para calcular las necesidades de sus habitantes, según cifras ofrecidas por Educación “este curso están el 100% de los niños escolarizados”. En estos últimos años, se han ido arrastrando tasas de absentismo escolar que en 2006 se situaban cerca del 60%, y que el año pasado quedaron en un 17%. “La escuela aquí es un lugar seguro”, consideró esta semana la comisionada. Dijo esas palabras frente al muro de un instituto y detalló que en el polígono se implantan “prácticas educativas innovadoras que trascienden los muros de los colegios”, como en la que participaba. Y son muros, precisamente, uno de esos retos a los que se enfrentará. Derribar ladrillos es más que un hecho simbólico en la zona. Sería abrir el fondo de saco urbanístico en el que residen 50.000 personas y despejar el gueto en el que se comercia con drogas.

Como declara: “Hay decisiones más caras que otras”, pero tiene esperanza, y cuenta con avances de color verde que pueden impulsar su ánimo. Uno es la puesta en marcha del Parque Guadaira, que rompería la frontera de la carretera, y otro los 3.860 metros de carril bici de color verde que ya conectan con el centro. Para que Sevilla sea Polígono Sur y viceversa. Para que todo sume y reste por igual.

El cuarto trastero
Desde que en 1950 el Instituto Nacional de la Vivienda adjudicase 1.500 casas a familias trabajadoras en el Polígono Sur, la zona se concibió para ir resolviendo problemas de alojamiento en Sevilla. En 1964 se trasladaron personas procedentes de los derribos de chozas de otras áreas. En 1965 se construyen 1.008 viviendas más y en los setenta y ochenta continúan las edificaciones. Allí son desplazados los residentes de áreas chabolistas de la ciudad y población gitana, que supone cerca de un 15% de los habitantes del Polígono Sur. Durante estas cinco décadas, las Administraciones abandonan la prestación de servicios públicos en la zona. Para el investigador Francisco José Torres el problema se debe también a la actuación del Ayuntamiento en 2004 (PSOE), cuando dio a 44 familias del barrio chabolista de Los Bermejales 42.000 euros en mano a cada una para que se fueran de allí.  (...).

domingo, 12 de mayo de 2013

Comunidad y CPTED



Comunidad y CPTED. Relaciones con el Plan Integral de Seguridad Ciudadana.



Sigo indagando sobre la última entrada en el blog a propósito de la comunidad. El Manual sobre Espacios Seguros de Paz Ciudadana da una definición del concepto y le añade algunas notas, algunos adjetivos que lo acotan desde la perspectiva que me interesa reseñar en este blog para mis propias investigaciones.


“La  Comunidad consiste en un grupo de personas que ocupan un espacio determinado; dicho grupo comparte elementos de identidad en común entre sus integrantes tales como una historia, creencias, cultura, religión y/o modo de vida que les diferencia de otros grupos que ocupan el mismo espacio”.

Un grupo puede formarse en torno a intereses, actividades u objetivos en común, por ejemplo.
La organización de un grupo  o Comunidad Local puede ser de dos tipos:
-formal: asociación, sindicato, junta de vecinos, etc.., es decir, aquellos grupos con personalidad jurídica propia.
-informal: grupo de amigos, grupo parroquial, etc…

Mediante el CPTED ciertos tipos de delitos y la percepción del temor al delito pueden reducirse y,  por ende,  pueden elevar la calidad de vida de la comunidad. Pero para ello el espacio urbano y sus características ambientales deben estar planificados, diseñados y manejados apropiadamente. Para ello es de vital importancia establecer, diseñar un plan integral de seguridad ciudadana.
El Plan Integral de Seguridad Ciudadana debe establecer un adecuado diagnóstico social en que se aborden  los problemas sociales de la comunidad y de sus actores, así como también un análisis geográfico del espacio en que se vaya a desarrollar  o establecer el plan integral de seguridad ciudadana.
Una característica o un objetivo principal de la prevención de la delincuencia  a través del diseño del espacio  urbano es quizás que se trata en definitiva de mejorar la cohesión social de la comunidad. ¿Cómo? Mediante el estímulo de la participación de la ciudadanía en la modificación del espacio urbano y sus características ambientales.

Esta estrategia basada en el CPTED  se asienta sobre varios principios:
-Promover la vigilancia natural.
-Fomentar el control natural de los accesos.
-Estimular la confianza y colaboración entre vecinos.
-Reforzar la identidad con el espacio público. (Estimular la participación ciudadana).
-Diseñar y Planificar barrios a una menor escala. En realidad a mayor escala, a escala micro, el ciudadano siente que puede controlar su espacio, que responde a su tamaño personal).
-Fomentar la participación y responsabilidad de la comunidad.
-Administrar adecuadamente los espacios públicos.

Taller de entrenamiento en análisis delictual 2013



Fundación Paz Ciudadana con la colaboración de la International Association of Crime Analysts (IACA) y el auspicio de Motorola Solutions Foundation tienen el agrado de invitar a participar en el: 3er. TALLER DE ENTRENAMIENTO EN ANÁLISIS DELICTUAL

PROCEDIMIENTOS PARA EL ANÁLISIS Y LA REDUCCIÓN DE DELITOS

Los cursos se realizarán durante los días 27 de mayo al 1° de junio de 2013, entre las 09.00 y las 18.30 hrs. en la Escuela de Investigaciones Policiales de la Policía de Investigaciones de Chile, ubicada en Av. Gladys Marín N° 5783, Estación Central, Santiago.
El valor de la inscripción al taller es de US$ 100 ($48.000 pesos chilenos).


INSCRIPCIÓN: Los interesados deben completar formulario de inscripción que se encuentra al final de esta página y enviarlo junto al comprobante de pago al correo: analisis.delictual@pazciudadana.cl

lunes, 25 de marzo de 2013

Geografía del Miedo y Geoprevención.


Son diferentes las aproximaciones desde la Geografía a la amplia temática de la delincuencia y de sus implicaciones territoriales y espaciales, realmente se trata de un enfoque que está influenciado de otras ciencias sociales como la Sociología, la Criminología, el Urbanismo, etc...que hacen que los planteamientos sean pluridisciplinares ya que todas las aproximaciones están influenciadas mutuamente.

Desde la Geografía “securitaria”, existen autores que centran su atención en el miedo al delito, otros en la Geoprevención (HERNANDO: 2008), otros centran sus investigaciones en las consecuencias sociales del miedo al delito, otros en los riesgos. En definitiva, la Geografía del Crimen afronta todas aquellas relaciones que el hombre y los grupos en que se integra perciben la violencia y la plasmación territorial de esas relaciones.

Desde esta perspectiva Sergio TOMÉ, profesor del Departamento de Geografía de la Universidad de Oviedo destaca en un artículo titulado Los Miedos en la Ciudad (…) como objeto geográfico, la interpretación científica del miedo viene inclinándose hacia los aspectos relativos a la seguridad ciudadana e inmigración. Los peligros y temores, su percepción y manipulación aportan una clave privilegiada para comprender la ciudad en sus factores sociales (…).

El geógrafo Felipe HERNANDO SANZ publicó en 2008 un artículo en la Revista electrónica GEO CRÍTICA un artículo titulado La seguridad en las ciudades: el nuevo enfoque de la geoprevención. Parte de la diferenciación de dos conceptos como son la seguridad ciudadana y la seguridad pública como base de su reflexión ya que según él la seguridad ciudadana implica a la pública e incorpora como elementos básicos o protagonistas a los actores sociales y a los individuos a los que sitúa como sujetos “co-productores” de su propia seguridad. De ese modo, mantiene, se puede establecer un discurso en el que la seguridad de los ciudadanos se sitúe en una perspectiva preventiva y no como hasta ahora reactiva. Y plantea algo muy importante para aunar esfuerzos entre las instituciones y la implicación ciudadana y social de los colectivos en que se integra: la gobernabilidad de la seguridad ciudadana; más allá, supone la articulación de instrumentos para que el diálogo entre los diferentes actores implicados se establezca en base a unos cauces de participación...
Entre otros posibles, desde algunos ayuntamientos se está llevando a cabo la puesta en marcha de Planes de Participación Ciudadana para acercar los ciudadanos a la administración local y viceversa, de modo que para ciertos aspectos (y la seguridad puede ser uno de ellos) de gobernabilidad local los ciudadanos y los grupos en que se integra socialmente puedan encauzar sus inquietudes y de esa forma se produzca una vigorización democrática. Proyecto ROT III Diputación de Badajoz para localidad de Campanario.

Igualmente, reflexiona sobre la realidad de la criminalidad en la sociedad actual. Ya no es suficiente la actuación coercitiva de la policía o de la justicia para resolver los problemas de criminalidad de las sociedades del S.XXI, se impone afrontarlos desde un diseño de política de seguridad ciudadana que sea transversal a otras políticas de índole social, asistencial, educativa y de planificación urbana de alcance más hondo; por ello, la prevención en que los actores sociales son protagonistas de su propia seguridad puede a medio y largo plazo conseguir resultados positivos que redunden en una mayor seguridad real y subjetiva y una mayor cohesión social.

Otros aspectos que trata el mismo autor son las estrategias geopreventivas como él las denomina fundamentándolas en un correcto análisis de los problemas de seguridad, un planteamiento de estrategias que permitan enfrentarlos adecuadamente como entre otras, la prevención del crimen a través del diseño ambiental o en sus siglas en inglés CPTED (Crime Prevention Through Environmental Desing). Aspactos que trataré en otro post.




TOMÉ, Sergio., Los Miedos en la Ciudad. Departamento de Geografía de la Universidad de Oviedo.http://www.uib.es/ggu/pdf_VII%20COLOQUIO/11_TOME_losmiedosenlaciudad.pdf

VVAA. La Ciudad y el Miedo. VII Coloquio de Geografía Urbana, 2004. Barcelona. Universidad de Girona. http://www.uib.es/ggu/pdf_VII%20COLOQUIO/actes%20copia.pdf



lunes, 18 de marzo de 2013

Nuevos Enfoques en Seguridad Ciudadana


IMAGEN 1
Desde antiguo el fenómeno de la criminalidad ha sido estudiado por los responsables del mantenimiento de la Seguridad Ciudadana y ha atraído a disciplinas científicas como la sociología, la geografía, la ecología o la criminología por citar algunas. La Escuela Británica de Cartografía Criminológica realizaba análisis de la criminalidad basándose en el estudio de condiciones económicas, grado de instrucción o sexo y plasmaban sus conclusiones en mapas a escala urbana. Esta elaboración de mapas producto de una sensibilidad ecléctica por los fenómenos relacionados con la criminalidad se ha mantenido hasta nuestros días a través del desarrollo por diferentes ciencias; sin embargo, el auge desde el S. XIX hasta nuestros días de la sensibilidad científica por los temas sociales, de la estadística y la cartografía han hecho que se haya producido un salto cualitativo y cuantitativo en la capacidad de explotación y análisis de los datos estadísticos referidos a la criminalidad.

Desde mediados del S. XX y, aún antes, con la Escuela de Ecólogos de Chicago se han desarrollado técnicas de análisis estadístico que han permitido estudiar con suficiente detalle la cada vez mayor cantidad de datos que proporcionan las diferentes administraciones. Paralelamente, las ciencias sociales han puesto su mirada sobre el análisis de la criminalidad y su creciente importancia en la sociedad actual. De tal modo que de los someros estudios primitivos que ponían en juego variables como edad, grado de instrucción, condiciones económicas…, se ha ido pasando a poner en valor otras técnicas estadísticas más complejas e indicadores como población activa, grado de cohesión social, fracaso escolar, nivel educativo, renta per cápita, tipología de viviendas, etc., y en la actualidad, gracias al desarrollo de la informática, los Sistemas de Información Geográfica son capaces de analizar y mostrar plasmadas en la cartografía todas las variables que se pueden relacionar con el territorio o el espacio geográfico de tal modo que es posible analizar la delincuencia y sus fenómenos asociados espacial y temporalmente identificando lugares en los que existe una mayor densidad de delitos y cuyo estudio puede aproximarnos al conocimiento de las causas que expliquen determinadas concentraciones de hechos delictivos en un espacio geográfico dado.
De este modo se convierten estas herramientas en indispensables para analizar todo lo relacionado no ya con la criminalidad o la delincuencia, sino, más allá, con la seguridad ciudadana entendida ésta de un modo global ya que permite no solo el análisis sino la prospectiva y el planeamiento dirigido de las tareas policiales para atajar la delincuencia no sólo de un modo reactivo como tradicionalmente se venía planteando sino también preventivo.
Así lo consideraron desde los años 60 del S.XX en los EEUU donde desde la universidad ya se venía planteando el uso de los sistemas de información geográfica para analizar los datos relativos a la criminalidad. De tal modo que departamentos de policía de diferentes urbes norteamericanas como Boston, Los Ángeles, New York…, comenzaron a explotarlos como eficaz herramienta para el análisis, planeamiento y mantenimiento de la seguridad ciudadana entendida ésta, como decimos, de un modo global. El Departamento de Justicia de EEUU dedica toda una oficina a este tipo de cuestiones y no solo dota de programas SIG a los distintos departamentos de policía sino que también auspicia la publicación de trabajos de los que quizás el más significativo sea Mapping Crime, Principe and Practice y la promoción de grupos de trabajo como los integrados por el Dr. Luc Anselin de la Universidad de Arizona. En esta línea ha proliferado la aplicación de esta metodología de trabajo en otros países como es el caso de Buenos Aires, Santiago de Chile, Londres, París y sus áreas de influencia metropolitana, etc…
En España, aunque es escasa la información, existen estudios. Es así en el campo de la criminología con autores como Per Stangeland y su análisis de la geografía del crimen en la ciudad de Málaga o en el de la Geografía donde existen grupos de trabajo que centran su interés en aspectos tales como la victimización y el miedo a la delincuencia, narcotráfico y consumo de estupefacientes, aproximaciones desde la economía política, seguridad en los espacios y actividades turísticas, etc… En otro orden se han auspiciado trabajos como el Atlas Criminológico de Madrid entre la universidad y el Consejo Económico y Social de Madrid. Simposios, jornadas, cursos de verano son lugares de reunión en torno a los cuales los especialistas de disciplinas tan aparentemente dispares como la geografía, la economía, la criminología, la sociología o la matemática debaten los aspectos relacionados con la delincuencia desde una visión pluridisciplinar. En este sentido se han publicado trabajos como el titulado Paisaje Ciudadano, con interesantes estudios sobre la ciudad de Lérida conteniendo una amplia representación cartográfica de los análisis planteados que permite entrever las posibilidades que ofrecen estos estudios y el uso de herramientas como los Sig.
En el campo conceptual se han desarrollado una serie de teorías sobre la seguridad ciudadana que la sitúan más allá del típico concepto “represivo” y se adentran en sus aspectos preventivos. Es en este marco en el que tendrían cabida enfoques como la “teoría de las ventanas rotas”, las que inciden en una mayor implicación de los diferentes colectivos sociales, las basadas en el CPTED o diseño urbano, el reforzamiento de la vigilancia natural, etc…
Según la teoría de las “ventanas rotas”, un edificio con las ventanas rotas seguramente provocará que las ventanas que estén bien sean rotas; trasponiendo esta teoría a ciertos espacios urbanos social y físicamente degradados, escasamente iluminados y mal dotados de infraestructuras atraerán mayor número de hechos delictivos e indefectiblemente generarán mayor degradación. No hay que olvidar la gran incidencia que fenómenos como éste pueden tener en la percepción ciudadana del miedo al delito y que pueden afectar al comportamiento social de los ciudadanos afectados; las personas pueden llegar a cambiar sus hábitos sociales o sus rutinas diarias como resultado de esa percepción que les hace no transitar por calles o no frecuentar espacios de reunión vecinal como parques ya que son identificados con situaciones problemáticas o que potencialmente les pueden poner en riesgo de sufrir algún tipo de delito.
Otros enfoques inciden es aspectos como los urbanísticos, es decir, entendiendo que a través del planeamiento urbano se puede incidir en una suerte de prevención natural de ciertos comportamientos si no ya delictivos sí al menos incívicos. Teorías como el CPTED que pone el acento en el diseño urbano de tal modo que mejorando aspectos como la iluminación de ciertas calles, parques u otros espacios públicos, su dotación de infraestructuras sociales que favorezcan la convivencia vecinal, la mejora del paisaje urbano intentando eliminar el impacto visual de espacios y edificios degradados, etc…, intentan conseguir con una intervención de tipo preventivo centrada en las causas mejorar la vivencia del espacio geográfico urbano por los individuos todos componen la sociedad, esto es, por sus actores.
En esta línea se incardina otra teoría como es la que intenta que aumente la vigilancia natural incidiendo en aspectos como la iluminación o la eliminación de ciertos obstáculos que consiguen una máxima que es la de aumentar la posibilidad de ver y ser visto por otros.
Sin embargo, existen otros aspectos no menos importantes a la hora de enfocar correctamente la labor de mantenimiento de la seguridad ciudadana, aspectos como son los sociales. La implicación de los diferentes actores sociales y, más allá, de los individuos mismos en que la consecución de una paz ciudadana no es algo ajeno a ellos es necesario tenerlo en cuenta a la hora de realizar un análisis y un planeamiento de la seguridad ciudadana desde la perspectiva que se está planteando, es decir, desde una perspectiva “preventiva”.
El acento en los aspectos sociales ya fue centro de análisis en la escuela de geografía radical. Básicamente se entendía que los problemas relacionados con la delincuencia o con las oportunidades para ello había que plantearlos desde un estudio de las condiciones sociales de los individuos, del estudio de los “guettos” urbanos, de cómo la pobreza, el nivel de estudios, la existencia de familias desestructuradas junto al hecho de habitar espacios socialmente degradados pueden explicar, por citar solo algunas variables, la existencia de delincuencia y de los problemas comúnmente asociados a ella. En estos planteamientos que abogan por la prevención se incardinan planteamientos como el del “bloque del millón de dólares”. Según este enfoque existen ciertos barrios en ciudades norteamericanas en que mantener a una cantidad de sus habitantes en el sistema penitenciario tiene un coste económico más elevado que el de afrontar otras medidas que sí consigan una reinserción social amplia y duradera de sus habitantes invirtiendo en políticas sociales y de desarrollo urbano dirigidas convenientemente.
En este sentido en nuestra realidad más próxima y cercana la consecución de una mayor implicación de los diferentes actores sociales en el mantenimiento de la seguridad ciudadana entendiendo ésta de forma preventiva es un elemento más que hay que movilizar en la consecución estratégica de una seguridad ciudadana que busque como punto de equilibrio precisamente la paz ciudadana. La puesta en valor de la promoción de relaciones con asociaciones de vecinos, de amas de casa, de jóvenes, de empresarios, de agricultores y el desarrollo de reuniones informativas a cada nivel teniendo siempre en perspectiva la promoción de los aspectos más directamente relacionados con cada ámbito competencial puede conseguir varios resultados u objetivos estratégicos a medio y largo plazo como son la disminución de la percepción subjetiva del miedo al delito al percibir los ciudadanos que por parte de las administraciones públicas se realiza una tarea permanente y efectiva para la resolución de posibles conflictos, el de la información a los diferentes colectivos para que sean ellos mismos los que también tomen parte activa en las tareas de la mejora de la seguridad ciudadana. En este sentido se pueden incardinar los diferentes planes que por parte del Ministerio del Interior se han puesto en marcha respecto al comercio minorista de drogas en colegios y zonas de ocio, conferencias a diferentes colectivos sobre violencia de género, uso de internet por citar algunos dirigidos a diferente colectivos ciudadanos. En ese sentido, yendo más allá, la detección de que ciertas temáticas pueden afectar más a unos colectivos que a otros permite dedicar a cada uno una atención más certera a sus preocupaciones como puede ser el caso de los peligros de internet o de su uso responsable respecto a los jóvenes apoyándose en la estructura educativa; o a las asociaciones de profesionales de distinta índole informando de aquellos planes que en materia de seguridad ciudadana les pueden afectar y tendiendo puentes a través de los cuales la información de interés circule en ambos sentidos de tal forma que como hemos dicho anteriormente se conviertan ellos mismos en protagonistas de su propia seguridad atendiendo al principio de que los ciudadanos y de los grupos y colectivos en que se integran entiendan que la seguridad ciudadana no es algo extraño y ajeno a ellos sino que son parte esencial de la misma.